Hace tan solo unos días contaba mi experiencia cuando me obsesioné con comer productos ecológicos y saludables. De aquella época tengo recuerdos positivos y negativos, pero hoy vengo a hablar de manera un poco más objetiva sobre la relación existente entre lo ecológico y lo vegano. Y lo haré desde tres puntos de vista diferentes: la accesibilidad, los consumidores y la sostenibilidad.
Accesibilidad
Hasta hace poco tiempo, era difícil encontrar productos veganos que no fuesen ecológicos, quizá porque las marcas estaban comprometidas en ambos sentidos, quizá porque los consumidores veganos suelen interesarse por lo ecológico y viceversa, o quizá porque las empresas vieron rentabilidad en ello. De hecho, las personas veganas teníamos que acudir a tiendas ecológicas o a herbolarios para encontrar cosas que hoy están en cualquier supermercado: leches vegetales, hamburguesas veganas, quesos veganos, tofu, soja texturizada, hummus y prácticamente cualquier procesado sin ingredientes de origen animal. Hoy sigue habiendo muchos productos que únicamente se encuentran en estos establecimientos. Por ejemplo, en los supermercados podremos encontrar leche de avena, de soja o de almendras, pero no de alpiste. Y sigue habiendo marcas muy interesantes y de muy buena calidad que únicamente están en tiendas especializadas como las ya mencionadas.
Ahora bien, cada vez hay más oferta de productos veganos de marcas blancas o de empresas que tradicionalmente se han dedicado a los alimentos de origen animal y que ahora están creando alternativas vegetales, y no siempre estas novedades son ecológicas, aunque también es verdad que lo ecológico, al igual que lo vegano, también ha irrumpido en las cadenas de supermercados en los últimos años.
Consumidores
Por otro lado, el uso de químicos en la agricultura convencional ha llevado a muchos consumidores a huir de los alimentos procedentes de esta y transicionar hacia un consumo más ecológico con alimentos libres de pesticidas, no solo por ellos mismos, sino también por el medio ambiente. Otro motivo para consumir productos ecológicos es que muchos productores pequeños han apostado por estos, y es una forma de apoyarlos, pues en la agricultura tradicional, las condiciones laborales en las que se encuentran los trabajadores no siempre son las mejores y los productores no siempre reciben la cantidad de dinero que deberían. Todo esto es bastante parecido a lo que sucede con la industria cárnica, todavía más contaminante y abusiva con las personas.
Algo que me parece contradictorio es comprar carne, leche o huevos eco. No son más sostenibles ni los animales han vivido, necesariamente, mejor que los utilizados para producción no ecológica.

En particular, algunos consumidores veganos se han interesado por lo ecológico por esos mismos motivos, y quizá por otros relacionados con los animales. Por ejemplo, la agricultura ecológica es más respetuosa con los insectos y no utiliza químicos dañinos para las especies. Por contra, sí suele hacer de abonos de origen animal, algo sobre lo que no hablaré porque no tengo la información suficiente. Al tema de los abonos a veces hacen alusión ciertas personas que quieren criticar el veganismo, pero más que por debatir, suelen hacerlo como excusa para seguir en la comodidad de consumir alimentos de origen animal.
Sostenibilidad
En mi caso, llevo toda la vida consumiendo productos de esos que no tienen etiqueta, de la huerta al plato, plantados por mi familia en el pueblo, cada alimento en la temporada correspondiente, pero también he sido consumidora de productos ecológicos comprados cuando he vivido en ciudades, cuando me apetecía algún vegetal que no se planta por mi zona o cuando me apetecía alguno que no estaba de temporada.
Esto último es visto como negativo por muchas personas que opinan que solo hemos de consumir los productos de temporada y locales. Yo trato de priorizar estas opciones, pero si me apetece un brócoli en agosto o un coco procedente de Latinoamérica, lo compro. Personalmente, lo que más absurdo me parece del comercio de productos ecológicos es que todavía muchos de ellos sigan vendiéndose en envases de plástico, mientras que los mismos productos, pero de agricultura tradicional se encuentran fácilmente a granel. Este problema se da principalmente en supermercados, porque en tiendas ecológicas suelen venderse los vegetales también a granel.

Si te preguntas si por ser una persona vegana tienes que consumir todo ecológico, la respuesta es no. En primer lugar, quizá te resulte más caro. En segundo lugar, puede que donde vives no tengas tantas opciones eco. En tercer lugar, puede que te surjan dudas con respecto al modelo de producción ecológica sobre las que tengas que reflexionar (yo misma tengo muchas). En cuarto lugar, los vegetales son vegetales, de cualquiera de las dos maneras, y no van a ser más ni menos veganos por proceder de un tipo de producción u otro. Lo importante es que los comas, aunque nunca viene mal informarse.
Pero sí que es necesario un cambio en el modelo de agricultura, empezando por aquella que va destinada a alimentar a los animales de la ganadería. Si hablamos de la destinada a consumo humano, lo ideal sería priorizar los alimentos de cercanía, en términos de sostenibilidad. Sin embargo, y vuelvo a incidir en esta idea, si nos importa el planeta y esa mencionada sostenibilidad, hemos de empezar por la industria ganadera, cuya producción, desde el primer momento hasta el último, es tremendamente contaminante y destructiva.
4 comentarios sobre “Ecológico y vegano”