Mi comida de este domingo va a ser rápida, aunque no por ello menos buena o nutritiva. Hace algún tiempo, ya os enseñé mi receta de guisantes con verduras y salsa boloñesa, pero esta no es la única forma como me gusta comer esta legumbre. Y es que de hecho, la añado muchas veces a los salteados de verduras que preparo, a la pasta, al arroz o a sopas.
Últimamente, suelo utilizar guisantes de bote, pero los congelados también sirven perfectamente para las mismas preparaciones. La única diferencia es que hay que cocinarlos antes, mientras que los de bote se añaden al final de la preparación.
Una preparación que, en este caso, es muy sencilla. Lo único que hay que hacer es cortar las verduras que deseemos en trozos y freírlas a fuego lento. Yo he utilizado, esta vez, pimiento rojo, tomate, berenjena y cebolla, pero depende de lo que tenga en la nevera. Me gusta añadir las verduras poco a poco y en función de lo que tarden en cocinarse. Por eso, lo primero que incorporaría a la sartén sería el pimiento y la cebolla. Después, la berenjena (que suele absorber mucho aceite y quizá haya que echar un poco más de esta), y por último, el tomate.
Al final, añado los guisantes, y a veces, salsa de tomate, e incluso queso vegano.
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