Ya he contado alguna vez en en mi casa, los domingos comemos garbanzos. Mi familia come el típico cocido con todo tipo de carne, mientras que yo me los hago de otra manera. A veces también me hago una especie de cocido (vegano, por supuesto), y otras veces, simplemente los salteo con verduras o los como en ensalada, como en esta ocasión. Ahora que viene el calor, esta es una de mis formas favoritas de comer garbanzos, ya que añado alguna fruta y consigo una preparación bastante refrescante. La manzana, el kiwi o la naranja son algunas de las frutas que más me gustan para ensaladas de este tipo.
No es la primera vez que comparto una idea de ensalada con garbanzos, y lo cierto es que no suelo variar mucho los ingredientes, aunque las hago en función de lo que tenga por la nevera. En este caso, puse lechuga, tomate y manzana, y la aliñé con un poco de aceite de aguacate y salsa de soja.
La noche anterior, puse los garbanzos a remojo. Por la mañana, los cocí con un poco de aceite de oliva (pero sin sal, porque después iba a añadir salsa de soja, que ya es salada), y una vez listos, añadí el resto de ingredientes y condimentos. El último paso es remover y disfrutar.

Para mucha gente, e incluso para mí misma, las frutas es mejor comerlas sin nada más, como postre o para merendar, y no quedan bien con aliños ni condimentos. Sin embargo, aunque pueda parecer una mezcla un tanto extraña, prometo que a mí me encanta su sabor con salsa de soja y mezclada con los garbanzos, la lechuga y el tomate. Eso sí, para cualquier uso, siempre escojo manzanas rojas, porque las golden no me gustan tanto, a menos que sea en postres.
Un comentario en “Las ensaladas también pueden ser de legumbres”