«Mucho te preocupan los animales, pero bien que tienes móvil», o lo que es similar, «mucho te preocupas por los animales, pero las personas te dan igual». ¿Qué vegano no ha escuchado comentarios como estos? Seguramente, muy pocos. Y es que hay gente a la que le parece que defender a los animales es incompatible con preocuparse por las injusticias humanas. Pero en realidad, el antiespecismo es todo lo contrario, y bajo mi punto de vista, no tiene razón de ser si no engloba absolutamente todas las discriminaciones, también las de nuestra especie.
La primera vez que trabajé en un periódico, realicé, con mucha ilusión, un reportaje sobre el abandono de animales domésticos. Para ello, me reuní con la representante de una asociación animalista. Ese día, muchos de mis compañeros se refirieron a ella como una loca y me dijeron cosas como: «es vegana y se cree superior», «le preocupan más los animales que las personas» o «me parece muy bien que rescate a los perros, pero hay niños pasando hambre». Como si fuera incompatible preocuparse por los niños que pasan hambre y a la vez, por los animales abandonados, explotados y maltratados. Seguramente, muchas de las personas que hacen tales afirmaciones no destinan ni un poco de su esfuerzo a luchar por ningún tipo de injusticia, mientras critican, sin tener ni idea, las luchas que defienden otros.
Conozco personas que luchan por los animales y a su vez, por quienes padecen enfermedades, por los refugiados, por los sintecho, por los colectivos en riesgo de exclusión o contra la pobreza. Se llama empatía, y puedes sentirla hacia todas las especies, sin distinción. Pero aunque haya quienes defiendan a los animales y no donen dinero a causas humanas ni sean voluntarios de organizaciones en defensa de los derechos humanos, el veganismo es, igualmente, una lucha justa y necesaria, que no es menos importante porque existan otras injusticias en el mundo.
¿Y esos que nos cuestionan porque tenemos móvil o usamos ropa de ciertas marcas que no nombraré? ¿Merece la pena dedicar un espacio a estas personas? Quizá no. Y quizá para estos valga la misma respuesta que acabo de dar: el veganismo es una lucha justa y necesaria, que no es menos importante porque existan otras injusticias en el mundo.
A quienes me preguntan por qué tengo móvil si soy vegana, podría preguntarles por qué tienen móvil si tanto le preocupan las injusticias humanas. Pero sería demasiado simplista. Y me parece que está de más tener que justificar algo así. Está de más tener que decir que, evidentemente, no estamos de acuerdo con los procesos de fabricación de la tecnología en general. Y puede que sobre aspectos como estos a muchos nos falte información, pero estoy segura de que muchas personas veganas nos preocupamos mucho más porque nuestro consumo sea responsable y por intentar no cambiar de móvil cada año, mientras quienes nos cuestionan no tienen reparo en gastarse 1000 euros en cada nuevo modelo que sale al mercado, sin haber agotado la vida útil de su teléfono anterior.
Todos formamos parte del mismo sistema. Un sistema capitalista que además de afectar a los humanos más vulnerables, vuelca toda su crueldad con los animales no humanos. Las distintas luchas sociales, desde dentro de este sistema, intentan cambiarlo desde la ética o la empatía. No tendría sentido ser vegana, pero a la vez, homófoba o racista. Quienes sacamos de nuestro consumo los productos de origen animal no lo hacemos por capricho, sino porque realmente estamos concienciadas con una realidad que intentamos combatir, pero eso no implica que seamos indiferentes hacia otras realidades. Algunos deberían informarse antes de acusarnos de insensibles hacia los seres humanos.
Y por cierto, un teléfono móvil puede ser una herramienta muy útil en todas las luchas sociales.
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