Historia: Wojtek, un oso en la guerra

Hace poco, traía a colación el tema del uso militar de los animales, que durante siglos han participado en guerras y conflictos creados por humanos. Pero ha habido animales en guerras también por otros motivos. Hoy es momento de hablar del oso Wojtek.

En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Hitler rompió su alianza con Stalin y atacó la Unión Soviética, en la denominada Operación Barbarroja. En este contexto, el Gobierno de Polonia, en el exilio tras la invasión del país, exigió a la URSS la liberación de los polacos que habían sido deportados en 1939 en territorio ruso, aprovechando que ahora la URSS estaba del lado de los Aliados. Miles de soldados y civiles fueron, de esta forma, liberados en 1942 en las estepas de Asia central. Sin embargo, los militares polacos se negaron a luchar junto a los soviéticos, que habían invadido su país, y se unieron a los británicos en Palestina.

Reino Unido los recibió en Irán, país neutral, y algunos soldados fueron enviados al Líbano, y otros a la propia Palestina, junto a otros militares polacos. Durante el camino por los Montes Zagros, la cordillera que separa Irán de Irak, se encontraron con un osezno cuya madre se supone había sido víctima de los cazadores. Algunas fuentes sostienen que el osezno iba con un niño kurdo al que le dieron «comida, golosinas y una navaja suiza con bolígrafo incorporado» a cambio del animal, mientras que otras fuentes indican que este fue comprado, sin aportar más detalles.

El oso se encontraba desnutrido y en pésimas condiciones. Durante el camino a Palestina, los soldados trataron de nutrir al pequeño animal, aunque no de la forma más acertada. Le daban leche de sus raciones en un biberón improvisado de una botella de vodka, así como frutas y miel, pero también alcohol y cigarrillos que el oso tragaba directamente. El animal fue bautizado con el nombre de Wojtek.

Según las fuentes existentes sobre la historia del animal, este se convirtió en un adicto a la cerveza, pero también le daban café y tabaco, como ya se ha mencionado. Solía repetir los gestos de los humanos y caminaba sobre dos patas, hacía saludos militares y dormía junto a los soldados cuando hacía frío. Wojtek, poco a poco, se acostumbró a ese ambiente, aunque desde luego, no es el más adecuado para un oso, y menos en momentos de guerra. En algunas imágenes de la época, podemos verlo encadenado o peleando contra soldados, en lo que ellos consideraban una broma.

El oficial que estaba al mando de las fuerzas polacas, Wojciech Narebski (1925-),se sorprendió al ver a un oso acompañando a las tropas, pero decidió que el animal debía quedarse junto a los soldados porque consideraba que era un apoyo moral para ellos. En declaraciones posteriores, Narebski recuerda que el animal «era como un perrito. Le daban leche de una botella como si fuera un bebé y confiaba en los soldados». Como curiosidad, el nombre del oso es un diminutivo del nombre del oficial.

Pese a esa confianza de la que habla Narebski, no todos los militares querían al oso. A algunos les molestaba que tratase de refrescarse a toda costa: destruyendo las provisiones de cerveza o colándose en las duchas de los campamentos. En otros casos, los soldados lo instaban a agarrar la cabeza de los nuevos a modo de «novatada» para hacerles pensar que les estaba atacando.

En una ocasión, Wojtek ausentó con su presencia a un espía que había logrado entrar al campamento. A partir de entonces, quienes lo consideraban molesto cambiaron de opinión y comenzaron a ser más permisivos con él.

También se cuenta que el oso no era el único animal que acompañaba a las tropas polacas, y entre estas había, además, otro oso y un mono con los que no se llevaba bien.

Wojtek «pelea» con un soldado

Viaje a Italia

En 1944, Italia se encontraba dividida entre una parte ocupada por los Aliados en el sur, y otra ocupada por los nazis en el norte. Con la intención de avanzar hacia este último territorio, las tropas polacas fueron llamadas a la guerra en el país italiano.

Sin embargo, el barco donde serían transportadas no permitía la entrada de animales, así que los militares lo alistaron de forma oficial como parte de la compañía y le asignaron el rango de soldado (según otras fuentes, de sargento) para que Wojtek pudiera viajar con ellos.

Una vez en Italia, ese mismo año, Wojtek estuvo presente en la Batalla de Montecassino, donde, con sus propias manos, movía las cajas de munición para la artillería en el intento del ejército de llegar a Roma. Solo estaba imitando a los humanos para conseguir alguna recompensa, pero estos lo ascendieron como si fuera un militar más. Comportamientos como este y la anécdota del espía sirvieron para que el oso pasara a la historia como un héroe que luchó contra los nazis. De hecho, tras esta batalla en la que triunfaron los Aliados, con un protagonismo especial de las fuerzas polacas, la compañía adoptó la insignia de un oso transportando un proyectil como nuevo emblema.

De su época en Italia, también se cuenta que en una ocasión, al ver la playa, salió corriendo del vehículo que lo transportaba por las costas adriáticas para bañarse, asustando a todos los presentes.

El oso continuó junto a las tropas polacas en otras batallas dentro de Italia y hasta el final de la guerra, en 1945. Llegado este punto, muchos soldados polacos no quisieron regresar a su país, ahora controlado por los soviéticos, y emigraron a Estados Unidos, Reino Unido o Escocia. En este último país, un gran desfile recibió a los soldados en Glasgow, donde el oso también estuvo presente.

A partir de entonces, comenzó todo un debate sobre cuál debía ser el hogar donde debía vivir Wojtek, ¿Polonia o Escocia? Finalmente, el oso pasó el resto de su vida en el zoo de Edimburgo, aunque las autoridades soviéticas quisieron trasladarlo a Polonia. Allí, reconocía a cada soldado que acudía a visitarle y se convirtió en toda una atracción dentro del zoológico. Pero su estado de ánimo cada vez decaía más. Algunos antiguos combatientes llegaron a proponer su liberación en algún bosque escocés, pero esto era ilegal.

Wojtek murió en 1963, con algo más de 20 años de edad. Desde esa fecha, se le hicieron algunos homenajes y a día de hoy existen monumentos dedicados a él. En 2011, se publicó un documental sobre su historia llamado Wojtek, el oso que se fue a la guerra.

Detrás del oso que luchó contra los nazis

La historia de Wojtek suele narrarse como algo anecdótico, e incluso como algo gracioso. Pero detrás de ese oso no hay un héroe de guerra, porque los animales no necesitan ser héroes. Detrás de todo eso, hay muchas cosas al en la historia del animal, empezando con su madre muerta a manos de cazadores y siguiendo con la forma como fue adquirido por los soldados (trueque o compra, no queda claro), o con el hecho de tratarlo como si fuera un soldado, y terminando con su final en un zoológico, donde al final, pasó la mayor parte de su vida.

Y seguramente en aquellos años del siglo pasado no existían refugios ni santuarios que pudiesen acogerlo. Tampoco habría sido buena idea liberarlo en el bosque después de toda una vida acostumbrado a vivir con humanos. Pero desde luego, los zoológicos jamás han sido el lugar ideal para ningún animal, porque no son atracciones, y al fin y al cabo, Wojtek así fue tratado, algo similar a otros animales célebres como Copito de Nieve.

Todo esto debería hacernos reflexionar mucho sobre nuestra relación con los animales.

FUENTES CONSULTADAS

G. M. A. (2021). Wojtek, el oso soldado de la Segunda Guerra Mundial. National Geographic

Descubrir la historia (s.f.). Wojtek: el oso polaco que luchó contra los nazis.  

Vennard, M. (2011). El oso que fue enrolado en la Segunda Guerra Mundial. BBC

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