Algunos gobiernos comienzan a promover el cambio en la dieta ante la emergencia climática
Los efectos del cambio climático ya son fácilmente apreciables: olas de calor o de frío extremas y más frecuentes, inundaciones más devastadoras, incendios… Los científicos ya han advertido de que uno de los pasos que hemos de dar para salvar el planeta es cambiar nuestra alimentación de forma que reduzcamos el consumo de carne y otros productos de origen animal y aumentemos el de legumbres y otros vegetales, que además, requieren un menor uso de recursos.
Esta es la motivación que lleva a algunas personas a hacerse veganas, si bien el veganismo tiene unas bases éticas, más que medioambientales. Pese a ello, lo cierto es que a nadie le gusta ver cómo el planeta colapsa poco a poco, y algunos gobiernos ya tienen en cuenta que la transición hacia dietas basadas en plantas es necesaria para paliar la emergencia climática, a pesar del gran poder del lobby cárnico y de que el consumo de productos de origen animal sigue siendo altísimo.
Estos son ocho de los países que están impulsando cambios al respecto.
1. Alemania
A finales de 2022, el ministro de Alimentación y Agricultura alemán, Cem Özdemir, propuso la nueva Estrategia Nacional de Nutrición, en la que reconoce que el consumo de carne en el país es demasiado elevado, lo que no solo es peligroso para la salud de la población, sino que también es insostenible. En 2021, se consumieron 55 kilos de carne por persona en Alemania, menos que en años anteriores, pero aún así, la cifra sigue siendo significativa.

El documento señala que «cómo y qué comemos tiene efectos de gran alcance sobre el medio ambiente, la biodiversidad y el clima en Alemania y en todo el mundo; sobre los animales como nuestros congéneres, sobre la industria agrícola y alimentaria y sobre nuestra salud y bienestar». También establece el objetivo de que el país sea neutro en emisiones de carbono para el 2045 y garantizar que el 30% de los alimentos sean ecológicos para el 2030 o reducir el desperdicio alimentario. Para lograrlo, se opta por promover los productos de temporada, locales y de origen vegetal.
Otro punto destacado del documento es su afirmación de que «la transformación del sistema alimentario hacia una dieta basada en plantas es el tornillo de ajuste más importante en el sector de la alimentación para alcanzar nuestros objetivos nacionales e internacionales en materia de clima, biodiversidad y sostenibilidad«.
Y todo ello en un país donde el consumo de carne o lácteos no solo es alto, sino que se trata de uno de los principales productores de carnes como la de cerdo. En contraposición, las alternativas vegetales a estos alimentos han ganado terreno en los últimos años en los supermercados alemanes y la población más joven del país está concienciada con las cuestiones medioambientales.
2. Estados Unidos
El caso de Estados Unidos no es muy diferente al de Alemania: el consumo de productos de origen animal es muy alto, hasta el punto de que al año cada persona consume unos 120 kilos de carne.
Sin embargo, varios estados y grandes ciudades han optado por cambiar el enfoque. Uno de los ejemplos más claros es Nueva York, donde cada viernes 930000 niños reciben comidas a base de plantas en las escuelas. Esta alimentación también ha llegado a los hospitales. Su propio alcalde, Eric Adams, es vegano y ha celebrado el día sin carne el pasado 20 de marzo.
En la costa oeste, California también ha impulsado la alimentación basada en plantas. En julio de 2022, este se convirtió en el primer estado en apoyar los menús escolares veganos con una inversión de 700 millones de dólares. Una iniciativa similar se ha tomado para los colegios de Illinois.

3. Canadá
El Gobierno de Canadá ha invertido, en los últimos años, más de 477 millones de dólares en la innovación de las alternativas a la carne, con proyectos a lo largo y ancho de todo el país. Nuevos ingredientes y productos se han abierto camino en las estanterías de los supermercados y en los restaurantes canadienses.
Como en otros países, el consumo de carne ha disminuido en Canadá como consecuencia del contexto actual de subida de precios o menores ingresos en las familias, si bien las exportaciones han seguido haciendo fuerte al sector en el país.

4. Dinamarca
De vuelta a Europa, el Gobierno de Dinamarca es otro de los que ha invertido en las alternativas plant based, concretamente alrededor de 183 millones de dólares, dentro de un acuerdo climático para la alimentación y la agricultura. También ha invertido en otros proyectos relacionados.
El país ha reconocido el potencial de las proteínas vegetales para potenciar la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, y se ha posicionado como el mayor inversor de Europa en este sector.

5. Taiwán
Saliendo de nuevo de Europa, Taiwán ha aprobado, recientemente, su ley del clima, en la que hace referencia a la promoción de las dietas basadas en plantas y bajas en carbono, y se propone el objetivo de las cero emisiones para el 2050.
Esta ley, aplaudida por el movimiento ecologista taiwanés, ya ha tenido su impacto positivo: el país ha visto un aumento de la demanda de productos plant based en solo unos meses.

6. La India
A pesar de que siempre se destaquen los nombres de Los Ángeles o Edimburgo, la mayoría de las ciudades y pueblos firmantes del Plant Based Treaty pertenecen a La India. La ciudad costera de Odisha ha sido la última en adherirse.
La India es un país tradicionalmente vegetariano por motivos religiosos, o al menos, donde el consumo de carne es bajo.

7. Países Bajos
Desde el 2020, la carne ya no está presente en los eventos gubernamentales en Ámsterdam y todos los menús son vegetarianos por defecto. El Ayuntamiento pretende que sus ciudadanos basen su dieta en vegetales al menos en un 50% para el 2030, y en un 60% para el 2040.
El Gobierno holandés, además, destinó 60 millones de euros en 2022 al apoyo de la carne cultivada.

8. Finlandia
El Gobierno de Finlandia también ha invertido en las alternativas vegetales a la carne. En 2020, destinó 2’4 millones de dólares a estas y en 2022, se anunció que se había desarrollado en el país una tecnología innovadora para perfeccionar el sabor de las carnes vegetales, combinando técnicas de agricultura celular con ingredientes de origen vegetal.

Mientras tanto, países como Italia pretenden poner freno al avance de estas alternativas.
Fuente: VegNews.