Sabías que… Cinco curiosidades sobre las tortugas

Cinco curiosidades sobre las tortugas

A la mayoría de las personas las tortugas nos despiertan simpatía desde la infancia, al contrario de lo que nos sucede con otros reptiles.

Sin embargo, los humanos no tratamos demasiado bien a estos animales. A algunas, como las marinas, las cazamos de forma ilegal hasta el punto de que hemos acabado con la vida de más de un millón en las últimas tres décadas. A estas también les afecta nuestra contaminación, esos desechos que acaban en el mar y pueden ser letales para ellas, incluidos los de la pesca. Esta actividad, por cierto, también es muy perjudicial para las tortugas, capturadas accidentalmente o enredadas en redes que acaban en el fondo del mar. En algunos lugares, también las consideramos invasoras porque en un momento dado tuvimos el capricho de tenerlas como mascotas y después las abandonamos.

Todo ello es un claro indicador de que estamos haciendo las cosas mal con los animales, y con las tortugas en particular, tal vez porque no las conocemos, o al menos no tanto como creemos. ¿Qué tal si descubrimos algunas de las curiosidades sobre estos reptiles? Empecemos por cinco datos, aunque podríamos escribir un libro hablando solo de tortugas.

1. No tienen dientes, ni cuerdas vocales, ni orejas

No, las tortugas no tienen dientes, pero tampoco los necesitan. Para alimentarse, cada tipo de tortuga se vale de una técnica diferente. Algunas se apoyan en la forma de su mandíbula, mientras que otras recurren a las estructuras de queratina que tienen en el paladar.

Tampoco tienen cuerdas vocales, pero sí son capaces de emitir sonidos. En algunos casos, estos son perceptibles por el ser humano, pero en otros nos es imposible escucharlos.

Ni tienen oído externo. Su sistema auditivo se compone de oído medio e interno. Por ello, también se suele decir que carecen de orejas.

2. La importancia del caparazón

Los animales que tienen concha o caparazón lo tienen por algún motivo. Este suele tener una función muy importante, como vimos en el caso de los caracoles.

El caparazón de las tortugas es una parte más de su columna vertebral, aunque su dureza varía en función de la especie. Este caparazón puede protegerlas ante golpes o depredadores.

3. Hasta 400 kilos

La tortuga gigante de las Galápagos puede pesar hasta 400 kilos, siendo la más grande del mundo. Dentro de este grupo, hay diez especies diferentes de tortugas.

Actualmente, solo quedan unas 15000 tortugas de las Galápagos, mientras que antes de la colonización de las islas había unas 250000.

4. Más de 100 años

Algunas especies de tortugas pueden llegar a superar los 100 años de edad, puesto que su desarrollo y envejecimiento es muy lento, si bien es cierto que muchas de ellas no sobreviven después de nacer y la esperanza de vida de algunas especies no alcanza esos 100 años.

Se cree que algunas tortugas han superado los 200 años, mientras que otras se han quedado a pocas décadas de alcanzar los dos siglos de vida.

5. Miles de kilómetros

Las tortugas marinas recorren miles de kilómetros en sus migraciones a lo largo de toda su vida, y se encuentran en todos los océanos.

Los machos jamás abandonan el medio acuático, mientras que las hembras acuden a las playas para poner sus huevos.

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