El modelo agrícola, ampliamente vinculado a la ganadería, pasaría a centrarse en la alimentación humana directa

Un cambio global hacia una alimentación basada en plantas podría crear 56 millones de puestos de trabajo, así como reducir los costes laborales casi un billón de dólares. Así lo revela un estudio de la Universidad de Oxford. Esta transición obedecería a un nuevo modelo agrícola y alimentario.

La investigación, publicada en The Lancet Planetary Health, estudia cómo los cambios dietéticos podrían afectar a los sistemas alimentarios de 179 países. A su vez, examina qué sucede cuando disminuye la demanda de alimentos de origen animal y aumenta la producción de vegetales para consumo humano directo. «El cambio de dieta no solo afecta a nuestra salud y al planeta, sino que también tiene un gran impacto en los medios de vida de las personas», comenta el director de la investigación, Marco Springmann.

El actual sistema agrícola, planteado para satisfacer las necesidades de la ganadería, vería reducidos los puestos de trabajo hasta en un 28% a nivel mundial para 2030 si se generalizara la adopción de dietas ampliamente vegetales. Esto equivale a entre 18 y 106 millones de empleos menos en la producción de alimentos de origen animal, desde el cultivo de granos para la fabricación de piensos hasta la cría de animales o la transformación de sus cuerpos en productos.

Estas pérdidas, que serían más acusadas en países con gran dependencia de la ganadería como Estados Unidos, Brasil o algunos estados europeos, se verían compensadas con la generación de 56 millones de puestos de trabajo para satisfacer la demanda mundial de vegetales. Con una buena gestión, los países podrían ver favorecido tanto su desarrollo económico como la seguridad alimentaria.

Apoyo de los gobiernos y la industria

Los investigadores destacan la importancia de una «transición justa» para los trabajadores y las comunidades, que tendría que verse apoyada por los gobiernos y las industrias. Por ello, hacen hincapié en «la planificación y el apoyo de políticas -incluida la recapacitación, la reasignación y la inversión en horticultura-» como elementos fundamentales.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la agricultura emplea actualmente a más del 27% de la población activa, la mayoría dedicada vinculada con la actividad ganadera.

Fuente: VegNews.