Varias denuncias no han motivado al Ayuntamiento de Palafolls a actuar en un caso de maltrato animal

Una finca de Palafolls (Barcelona) es el escenario de reiterados incumplimientos de la legislación de bienestar animal. A principios de 2025, una perra llamada Spring permanecía encadenada de forma permanente en el exterior de la masía, sin refugio ni atención veterinaria, y expuesta a las adversidades climáticas. Una asociación local logró su cesión por parte del tutor, pero otros perros la han sucedido.

La organización FAADA ha denunciado la inacción del Ayuntamiento, tanto en el caso de Spring como en el de los otros perros. FAADA ha presentado hasta cuatro denuncias con pruebas, e incluso proporcionó asesoramiento al consistorio, pero la entidad local ha denegado la apertura de expediente sancionador y el decomiso de los animales afectados.

Tras la cesión de Spring, un veterinario confirmó su mal estado de salud. La perra presentaba desnutrición, artrosis severa, infestación por garrapatas y una gran hernia inguinal que comprometía su vida.

Sin embargo, otro perro ocupó el lugar de Spring, atado en todo momento y en condiciones nefastas. A este le han seguido otros dos canes en la misma finca.

Una caseta, agua y comida no garantizan el bienestar

El Ayuntamiento de Palafolls ha alegado que no aprecia infracciones a la normativa de protección animal, y considera que es suficiente que los animales dispongan de una caseta, agua y comida. Para FAADA, es «inaceptable que se siga entendiendo el bienestar animal de forma tan obsoleta. La disponibilidad de comida, agua y una caseta no garantiza el bienestar ni evita el maltrato».

Además, la tenencia continua de animales atados o encadenados está prohibida expresamente por la legislación de bienestar animal. «Los animales necesitan moverse, relacionarse, resguardarse de forma adecuada y recibir no solo alimentos, sino también atención física y emocional«, apuntan desde FAADA.

La organización ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento del municipio por su inacción en este caso de maltrato animal. «La falta de actuación administrativa frente a evidencias de maltrato no solo perpetúa el sufrimiento de los animales, sino que socava la credibilidad de las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley y garantizar el bienestar animal», concluyen.