Los équidos gozan de mejor salud cuando sus propietarios creen en su capacidad emocional, según un estudio

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La investigación ha tenido en cuenta diferentes contextos y países, entre ellos España

La salud y el bienestar de los animales mejoran notablemente cuando las personas responsables de su cuidado creen en su capacidad para sentir emociones. Así se desprende de un estudio realizado por la Universidad de Portsmouth y The Donkey Sanctuary, que ha analizado la relación entre la actitud de las personas y el bienestar de los équidos como burros, caballos o mulas en distintos países, entre ellos España. El estudio ha sido publicado en la revista Journal of Applied Animal Welfare Science.

En nuestro país, los investigadores entrevistaron a dos propietarios de burros de Mijas que los utilizan como atractivo turístico, para montarlos o para tirar de carros. Se contactó con ellos gracias a El Refugio del Burrito, que ha formado a propietarios de burros durante los últimos tres años. El resto de los entrevistados procedían de zonas rurales de Zamora. Algunos de ellos todavía utilizan burros en labores agrícolas.

Además de España, los investigadores visitaron Egipto, México, Pakistán, Senegal y Portugal. A los entrevistados se les preguntó por sus creencias, valores y actitudes hacia los animales y se realizaron evaluaciones detalladas de las condiciones en las que los mantenían.

Los autores relacionan a los propietarios que creen que sus animales experimentan emociones o que tienen un vínculo emocional con ellos con una mejor salud de los équidos. Sin embargo, aquellos criados por personas que únicamente se centran en la rentabilidad o utilidad de los animales coinciden con individuos en condiciones inferiores de salud. También señalan que los propietarios que no dan importancia a la sintiencia animal suelen tener équidos con más probabilidad de dolencias como cojera.

Los investigadores aclaran que a veces una peor salud de los équidos no se relaciona con las creencias de sus propietarios, sino con la carencia de recursos adecuados para mantenerlos. Los autores también esperan que estos resultados se traduzcan en una mejora del bienestar de los animales y en una mayor educación sobre la sintiencia de estos.

Esa mejora del bienestar, desde el punto de vista antiespecista, solo puede pasar por dejar de utilizar a los équidos como medios de transporte, como atractivo turístico o como herramientas agrícolas en los lugares donde todavía se hace. En la actualidad, existen alternativas sin animales para todos los trabajos con los que tradicionalmente se les ha cargado y la tarea de conservación de especies como los burros no debe focalizarse en volver a utilizarlos como en el pasado, algo que ha llegado a proponerse en algunos lugares.

Fuente: VegNews.

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