Una treintena de eurodiputados ya han manifestado las consecuencias negativas del proyecto
La granja de pulpos que la empresa Nueva Pescanova pretende construir en Las Palmas de Gran Canaria será sometida al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria, tras haber pasado por la evaluación ambiental simplificada y haber concluido que tiene efectos significativos sobre el medio ambiente. La compañía aún no habría remitido la documentación requerida para este trámite, según la Consejería de Transición Ecológica canaria.
Cuando un proyecto es sometido a la evaluación simplificada puede ser aprobado por no afectar al territorio o concluirse que sí podría impactar en el medio. En estos casos, pasa a requerirse una evaluación ambiental ordinaria, si bien con respecto a este proyecto todavía son desconocidos los motivos que han derivado en dicha decisión. Esta evaluación ordinaria tendrá una duración de cuatro meses, prorrogable por otros dos por razones justificadas.
Lo que es un hecho es que la iniciativa de Nueva Pescanova activó las alarmas de científicos, ecologistas y animalistas desde el momento en que se dio a conocer, y no han cesado las manifestaciones en su contra. Desde hace más de un año, diferentes colectivos reclaman más información sobre las características de la granja, pero la compañía y las administraciones no han sido demasiado transparentes en este aspecto. Estas últimas se han mostrado incluso favorables al proyecto.
En el Parlamento Europeo, una treintena de eurodiputados progresistas han señalado los peligros para los animales, el medio ambiente y la salud de las personas que tendría la granja de convertirse en realidad.
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