La acción de acicalarse frente a un espejo no es exclusiva de los seres humanos. Los ratones realizan acciones similares cuando ven su reflejo, según un estudio de la revista Neuron, que llega a la conclusión de que los roedores se reconocen a sí mismos al mirarse a un espejo.

Los investigadores han tratado de analizar los mecanismos neuronales que se producen en el autorreconocimiento, hasta ahora desconocidos para la ciencia. Durante el estudio, colocaron tinta en la frente de los roedores y les pusieron un espejo para comprobar si detectaban el cambio en su apariencia.

Así, los científicos concluyen que los ratones detectaron estos cambios, aunque solo en determinadas condiciones. Los roedores que estaban más familiarizados con los espejos pasaban más tiempo acicalándose la cabeza frente a ellos, pero no otras partes del cuerpo, presumiblemente para quitarse la tinta. Cuando la mancha era muy pequeña, los animales casi no le prestaron atención.

Por su parte, los ratones menos habituados a los espejos no se acicalaron ante su reflejo, independientemente del tamaño de la mancha.

Los investigadores identificaron un subconjunto de neuronas del hipocampo que intervienen en el desarrollo y almacenamiento de la autoimagen, lo que podría permitir descifrar los mecanismos neuronales en el autorreconocimiento. En el caso de los ratones, descubrieron que estas neuronas se activaban cuando se reconocían en el espejo. Cuando los científicos desactivaban selectivamente estas neuronas, los roedores dejaban de acicalarse cuando se veían en un espejo.

También se observó que un subconjunto de dichas neuronas también se activaba cuando los animales observaban a otros roedores de aspecto similar, pero no cuando observaban a ratones más diferentes.

Estudios previos con chimpancés han sugerido que la experiencia social es clave en el autorreconocimiento, si bien en este caso algunos ratones habían sido aislados tras el destete. Estos últimos no se esforzaron en acicalarse al verse en un espejo ni desarrollaron actividad neuronal alguna en el hipocampo. Lo mismo sucedió con los ratones de pelaje negro criados junto con ratones de pelaje blanco. Así, los investigadores sostienen que los roedores necesitan tener experiencias sociales junto a sus similares para desarrollar los circuitos neuronales necesarios para el autorreconocimiento.

A pesar de que estudios como este contribuyan a un mayor conocimiento sobre otras especies, en este caso los ratones, el uso de animales en investigaciones en las que son sometidos a experimentos no está exento de un importante debate ético.

NOTA: En La Zona Veggie no apoyamos la experimentación con animales en ningún caso. Los animales utilizados suelen ser criados para ser utilizados con fines científicos, y posteriormente, desechados.

Fuente: EFE Verde.