Un estudio de la Universidad de Granada compara cuatro tipos de dieta
Pasar de una alimentación de estilo mediterráneo a una totalmente vegetal puede reducir casi a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero, sin dejar de ser nutricionalmente equilibrada. Así lo ha puesto de manifiesto un estudio de la Universidad de Granada publicado en Frontiers in Nutrition.
El estudio compara cuatro tipos de dieta diferentes:
- La mediterránea tradicional, que incluye carne.
- La pescetariana, con pescado, pero no carne.
- La vegetariana, con huevos y lácteos.
- Y la vegana, cien por cien vegetal.
Los resultados muestran que cada plan aporta el mismo número de calorías diarias (unas 2000), pero a nivel de impacto ambiental, las diferencias son notables.
«Comparamos dietas con la misma cantidad de calorías y descubrimos que pasar de una dieta mediterránea a una vegana generaba un 46% menos de CO2, al tiempo que se utilizaba un 33% menos de tierra y un 7% menos de agua, y también se reducían otros contaminantes relacionados con el calentamiento global«, explica la directora de la investigación, la doctora Noelia Rodríguez-Martín.
La dieta cien por cien vegetal es la clara ganadora. Según los datos del estudio, el consumo diario de comidas veganas produjo 2’1 kilogramos de emisiones de carbono, frente a los 3’8 de la dieta mediterránea tradicional. La opción vegana también requirió alrededor de un tercio menos de tierra y menos agua. La dieta vegetariana redujo las emisiones en torno a un 35%.
El estudio elaboró tres tipos de menús basados en plantas nutricionalmente equilibrados. «En general, los indicadores ponen claramente de relieve las ventajas medioambientales y para la salud de las dietas basadas en plantas en comparación con la referencia omnívora», afirma Rodríguez-Martín.
Cuanto más vegetal, menor huella
Investigaciones previas respaldan las conclusiones de este estudio, que concluye los beneficios incluso de los cambios graduales, como elegir leche de avena en lugar de leche de vaca o sustituir una comida cárnica por una opción vegetal al día.
Estos pequeños cambios también resultan útiles para avanzar hacia una mejor salud humana y planetaria. «Pero en nuestra comparación de cuatro opciones -omnívora, pescetariana, ovolactovegetariana y vegana- el patrón era claro: cuanta más comida vegetal, menor era la huella ecológica«, aclara la investigadora.
Fuente: VegNews.


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