Pacma ha documentado la celebración que tuvo lugar en Terrassa, donde se observa a caballos nerviosos, cansados o sangrando
No es necesario acudir a una corrida de toros para contemplar un espectáculo de maltrato animal. Basta con acudir a las fiestas y romerías de pueblos y ciudades a lo largo de toda la geografía española para ver en primera persona este maltrato autorizado. Diferentes municipios de Cataluña celebran, estos días, Els Tres Tombs, una fiesta con desfiles de carros y carrozas tirados por caballos, mulas, burros y ponis que recrea la época en la que estos animales se utilizaban para labores de carga y transporte.
Pacma denuncia que los equinos «sufren año a año todo lo contrario a una celebración, ante la pasividad de las autoridades que incumplen su deber de aplicar las leyes«, señala. El partido político ha documentado esta festividad en la ciudad de Terrassa, y califica de «incongruente» la autorización de esta fiesta con animales al existir una regiduría de bienestar animal que prohibió el uso de estos en la cabalgata de Reyes.
En unas imágenes obtenidas por Pacma, puede apreciarse el estrés al que se somete a los caballos, «obligados a pasear por un lugar desconocido e inhóspito, sobre un asfalto que daña y hace patinar los cascos, rodeados de batucadas y ruidos, tirando de cargas innecesarias y sometidos por la molestia causada por los herrajes», apuntan. Los animales en la fiesta de Terrassa presentaban nerviosismo, salivación excesiva con espuma que les salía por la boca, cojeras, sangre y cansancio.
Además, el partido ha comprobado cómo uno de los jinetes propinó una patada a un caballo para que caminara.
Pacma recuerda que los equinos son seres dotados de sensibilidad que padecen dolor, angustia y ansiedad, y señala que las medidas de bienestar animal no son suficientes. También muestra su esperanza de que estas tradiciones se transformen y abandonen el sufrimiento animal.
Fuente: Pacma.