Uno de mis condimentos favoritos para las comidas es la salsa de soja dulce (la otra me gusta, pero no tanto). Esta receta tradicional china sirve para acompañar platos de todo tipo, y queda muy bien con las verduras. En el plato de la foto, la añadí a un revuelto de verduras salteadas con soja texturizada y brócoli hecho al vapor.
Lo que hice fue cocer el brócoli en una vaporera que me he comprado recientemente y estoy encantada, aunque de momento solamente la he utilizado para el brócoli y no he probado con otras verduras. Mientras se hacía (unos 20 minutos), salteé zanahoria, cebolla, pimiento y calabacín en una sartén, mezcla a la cual después añadí aceitunas negras, guisantes y soja texturizada previamente hidratada. En el plato, puse también el brócoli y la salsa de soja y lo mezclé todo. Así de fácil.
En estos días, también he utilizado salsa de soja para la pasta, como en la foto que veis a continuación.
En este caso, acompañé los macarrones con cebolla, calabacín, champiñones, salchichas veganas y aceitunas negras. La salsa de soja la añadí a la sartén mientras se estaba cocinando y lo mezclé todo antes de apagar el fuego. Quedó riquísimo y lo mejor de todo es que tuve para dos días con la cantidad que hice.
Aunque haya coincidido que esta semana he comido dos recetas diferentes con salsa de soja, reconozco que no la consumo muy a menudo, ya que sé que no hay que abusar (por su contenido en sal y azúcar), y además, me acabaría aburriendo si comiese lo mismo cada día. Pero eso no significa que no sea un acompañamiento perfecto para muchos platos diferentes, y estas son solo dos ideas de recetas fáciles, rápidas y ricas a las que se puede añadir.
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