Algunos ucranianos han optado por escapar del país junto a los perros o gatos con los que conviven
Desde que comenzaron los bombardeos en diferentes ciudades ucranianas la pasada semana, muchas personas han optado por huir hacia países fronterizos como Polonia, y algunas de ellas no han querido dejar atrás a sus compañeros no humanos, los perros o gatos de los que son responsables y cuyas imágenes hemos visto en diferentes medios de comunicación en los últimos días.
Sin embargo, la normativa de la Unión Europea, y también la de Reino Unido, exigen vacunas, microchip y una prueba negativa para la rabia en animales que pasan de un país a otro, algo imposible de llevar a cabo para todos aquellos que se han visto obligados a irse de una manera tan repentina. Esto ha provocado que estados como Polonia, Rumanía o Hungría estén contemplando excepciones para los refugiados ucranianos que han escapado con animales, según informa FAADA.
Aún más difícil se torna la situación para protectoras y refugios de animales, en los que no solo viven perros y gatos y cuyos responsables no están dispuestos a abandonar el país sin ellos. Es el caso de Andrea Cisternino, quien lleva años rescatando animales en Ucrania y actualmente se hace cargo de más de 400 de diferentes especies; o del santuario Shelter Ugolyok.
En este conflicto, así como en muchos otros, los humanos no son las únicas víctimas inocentes, sino que también los animales no humanos sufren las consecuencias y necesitan también ayuda en cuanto a alimentos y medicamentos.
Un comentario en “Animales no humanos, las otras víctimas de la guerra”