Los científicos afirman que son pruebas innecesarias a las que se debe poner fin
Más de 800 expertos entre médicos, científicos y profesionales de la salud piden a la revista Nutrients que deje de publicar estudios que violan sus propias directrices éticas al haberse experimentado para ellos con animales. Los científicos afirman que estas pruebas son innecesarias y que se les debe poner fin. Para ello, se han unido a la organización sin ánimo de lucro Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM).
Y es que la propia revista exige a los autores la «sustitución de animales por alternativas siempre que sea posible». Sin embargo, en una carta a los editores de Nutrients, los expertos apuntan a una serie de estudios publicados en los que se experimentó con animales de pequeño tamaño a pesar de que había alternativas disponibles. Afirman que «deseamos notificarles que la repetida publicación por parte de la revista de artículos que violan sus directrices éticas y su negativa a actuar ante los informes de estas violaciones nos han hecho perder la confianza en su integridad«. También señalan que con la publicación de estos artículos, Nutrients está mostrando a los jóvenes investigadores que está bien violar los mandatos éticos y que la revista publicará sus estudios de todos modos.
Por ejemplo, un artículo de marzo de 2021 publicado en Nutrients se centraba en la investigación sobre las propiedades antidepresivas y los efectos conductuales del azafrán. Para su realización, se utilizó medio centenar de ratones a los que se alimentó con extracto de azafrán por sonda y luego se les arrojó a un tanque de agua. Este tipo de pruebas se utilizan como indicador de la voluntad de vivir de los animales, como si los que luchan más tiempo estuvieran menos deprimidos que los demás. Un ensayo que, según los expertos del PCRM, ha sido denunciado ya por miembros de la comunidad científica al no ser un modelo válido para la depresión. Además, hay muy poca similitud entre los síntomas clínicos de la depresión en humanos y los comportamientos observados en ratones. El estudio sería más creíble si se hubiera alimentado a humanos con azafrán para después hacer un seguimiento de su depresión.
Los científicos del PCRM han encontrado, además, artículos en los que «los fabricantes de suplementos comerciales, estudiantes, profesores noveles u otros han eludido los métodos de investigación ética que habrían evitado las pruebas con animales». En su lugar, compraron animales pequeños exentos de los requisitos que marca la normativa de bienestar animal para experimentar.
Pruebas innecesarias
El grupo PCRM indica que para la realización de estudios de salud como estos, la experimentación con animales es innecesaria, poco ética e irrelevante. «Cuando los investigadores utilizan animales en lugar de métodos de investigación humanos que podrían servir éticamente a sus objetivos, alejan la investigación médica de las especies de interés y la dirigen hacia otras especies cuyas respuestas biológicas pueden ser diferentes y a menudo utilizan métodos científicamente insatisfactorios«, señalan. «En algunos casos, los métodos de estudio serían considerados por observadores objetivos como un comportamiento sádico infligido a pequeños animales con el pretexto de la ciencia«, añaden.
La revista Nutrients cobra a los autores unos 2600 dólares por publicar sus artículos, y por cada publicación obtiene más de 13 millones de dólares anuales en honorarios de los investigadores. En 2018, los principales editores renunciaron por una falta de compromiso con la integridad científica.
Por otro lado, los científicos de PCRM han enviado también una carta a Medline, la base de datos bibliográfica de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, pidiéndole que limite o suspenda la participación de Nutrients en esta hasta que se rectifique el problema. «Publicar investigaciones de calidad mediocre que no contribuyen al avance de la salud pública es perjudicial para la comunidad científica», puntualizan.
Sin animales
El PCRM es una comunidad formada por 17000 médicos y 175000 miembros que trabajan en el Gobierno y la industria para sustituir las pruebas con animales por métodos más modernos y eficaces. Además de ejercer presión, publicar investigaciones, formar a científicos y asistir a reuniones, el grupo también organiza protestas dirigidas por médicos en un esfuerzo por lograr un cambio positivo dentro de la comunidad médica, como la que se llevó a cabo a principios de este año para pedir el fin de los ensayos en animales vivos en el programa de formación en cirugía de la Universidad de Cincinnati. Reclamaban, en este caso, que la facultad sustituyera a los cerdos por otros métodos. Todos los habitantes de la ciudad pudieron ver su reivindicación en anuncios de diez paradas de autobús.
Esta noticia ha sido reelaborada a partir de la información publicada el 20 de septiembre de 2022 en VegNews, por Nicole Axworthy.