El acusado pretendía acceder a los más de 100000 euros por reposición de animales
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a un ganadero que infectó a las 144 vacas de su explotación con brucelosis para cobrar la indemnización en Galicia. El acusado ya fue condenado por estos hechos en el año 2013 por la Audiencia Provincial de Lugo, pero recurrió y ahora el Supremo ha desestimado el recurso.
La condena impone una pena de cinco meses de prisión al ganadero, que pretendía cobrar las ayudas de más de 100000 euros por reposición de animales tras el sacrificio de reses enfermas. También se le impone una multa de diez euros diarios durante tres meses y se le obliga a pagar una indemnización a la Xunta.
Los hechos se remontan a otoño de 2012, cuando el hombre inoculó a las vacas una vacuna con cepas vivas de brucelosis, práctica que está prohibida desde 1988. Su objetivo era que posteriormente se detectara la bacteria en los controles de saneamiento obligatorios en las granjas, como así sucedió. Tras descubrir que había 70 vacas infectadas, las autoridades obligaron al envío al matadero de toda la explotación y se iniciaron nuevos controles al tratarse de un caso asilado en los últimos años en Galicia.
Finalmente, se descubrió que la cepa de brucelosis era compatible con la vacuna que el ganadero inoculó a los animales y que este no tenía la intención de continuar con la actividad ganadera.
Además, el ganadero reconoció que también había comprado ilegalmente una hormona de crecimiento, tras lo cual el Seprona desmanteló una red distribuidora que actuaba en el norte de España.