Una campaña busca concienciar sobre la crueldad de la industria láctea

Cada año se crían y sacrifican más de 300000 terneros en Bélgica. Una campaña de la organización Gaia pretende abrir los ojos al respecto de la crueldad de la industria láctea en el país, centrándose en el maltrato que sufren los terneros, aislados y criados en condiciones lamentables o enviados a mataderos, en función de lo que salga más rentable. Sus madres son inseminadas una y otra vez para producir leche.

La campaña de Gaia se acompaña de imágenes de terneros separados de sus madres a las pocas horas de nacer, lo que provoca una intensa angustia a ambos. También muestra cómo los terneros son encerrados en pequeños corrales individuales durante sus primeras semanas de vida, donde no tienen espacio para jugar, moverse, o relacionarse con otros individuos de su especie; o cómo son transportados a establos de engorde dos semanas después de nacer, cuando su sistema inmunitario aún es muy vulnerable. En ellos son alimentados de forma desequilibrada, lo que les puede provocar enfermedades y problemas digestivos. Todo ello se da en un ambiente antihigiénico.

Finalmente, los animales llegan al matadero siendo aún unas crías de entre seis y ocho meses. Esta especie puede llegar a vivir 20 años, algo impensable en la industria. Las vacas explotadas para producir leche también llegan al matadero sin haber llegado a la mitad de su vida.

Algunos terneros no acaban en los mataderos belgas, sino que son transportados a terceros países donde son engordados y sacrificados, pero el 12% muere antes de ser enviado al matadero. Esta cifra supera la tasa de mortalidad en el conjunto de la ganadería (en torno al 3% o 5%, según Gaia).