Para inaugurar la sección de recetas de la web, hoy traemos una deliciosa salsa de tomate frito casera, que además es muy fácil y rápida a la hora de prepararla. Es ideal para acompañar la pasta o para pizzas, y también puede utilizarse como ingrediente para una rica boloñesa vegana. Para elaborarla, no se requieren utensilios raros ni ingredientes difíciles de encontrar; y lo mejor de todo, podéis añadir o quitar los ingredientes que queráis, en función de vuestro gusto. Yo, personalmente, no utilizo más que cuatro ingredientes, ni endulzo la salsa, aunque sé que hay quienes prefieren darle un toque de dulzor.
Dicho esto, os dejo la receta:
INGREDIENTES
- 5 o 6 tomates maduros (se pueden añadir más tomates si queréis hacer más cantidad, aunque el número de estos también dependerá de su tamaño o de la cifra de personas para quienes preparamos la receta).
- Una cucharadita de orégano.
- Una pizca de sal.
- Aceite de oliva virgen extra.

PREPARACIÓN
1. Pelar los tomates (cuanto más maduros estén, mejor se podrán pelar).
2. Trocear los tomates
3. Calentar un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén.
4. Cuando esté caliente, echar a la sartén los trozos de los tomates.
5. Dejar freír unos minutos y añadir la pizca de sal y la cucharadita de orégano. Cuanto más tiempo se cocinen, mejor sabor obtendremos. Eso sí, si los tomates se quedan secos, tendremos que añadir un poco de agua o aceite de oliva.
6. Cuando esté listo, apagar el fuego y triturar (si vemos que ha quedado seco en este momento, se puede añadir también un poco de agua al gusto; cuanta más agua, más líquida quedará la salsa). En este último punto, si se desea se puede escurrir la salsa para eliminar las semillas de los tomates, lo cual también puede hacerse al principio, antes de freírlos. Esto también puede conseguirse si utilizamos un pasapurés en lugar de una batidora.
Una vez triturada la mezcla, ¡ya tenemos nuestra salsa de tomate casera!
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