El verano es una época en que numerosas verduras y hortalizas crecen sin parar en las plantas de cada huerto. En el mío, ya han aparecido los primeros calabacines, patatas y tomates. ¿Y qué hacer con tantos vegetales? Una de las opciones más fáciles es una crema de verduras.
La receta es muy sencilla y solo requiere el tiempo de cocción de las verduras, porque triturarlas es lo más rápido. Se puede comer caliente, templada o fría, aunque a mí, personalmente, me gusta caliente, como si fuera invierno. Las cantidades que he utilizado son algo menores de las que se requerirían normalmente, puesto que los calabacines del huerto suelen hacerse muy grandes. Así es como yo la he preparado:
INGREDIENTES
- Una patata grande
- Medio calabacín grande (y si es pequeño, uno entero)
- Dos zanahorias
- Un tomate
- Leche de soja
- Una cucharada de margarina
- Aceite de oliva virgen extra
- Guisantes
- Aceitunas negras
- Sal
- Una pastilla de caldo vegetal
ELABORACIÓN
- El primer paso es pelar y cortar en trozos la patata, las zanahorias y el calabacín. Acto seguido, los ponemos a cocer en una cazuela con un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal.
- Cuando las verduras empiecen a hervir, añadimos la pastilla de caldo vegetal.
- Esperamos unos diez minutos e incluimos también el tomate en la cazuela.
- Cuando las verduras estén bien cocidas, pelamos el tomate y escurrimos el exceso de caldo. Este caldo podemos reservarlo por si la crema nos queda demasiado espesa.
- Acto seguido, añadimos un chorrito de leche de soja y una cucharada de margarina, y trituramos todo. Si fuera necesario, echamos un poco del caldo que dejamos reservado anteriormente.
- Ya tenemos la crema lista para emplatar. Una vez en el plato, echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra y acompañamos con unos guisantes y aceitunas negras.