Puede haber muchas razones por las que las personas no dan el paso al veganismo: están las que son vegetarianas y se quedan ancladas en esa dieta por comodidad; las que son omnívoras y comen alimentos de origen animal por costumbre o por sabor; las que no están acostumbradas a los vegetales; las que son reacias a probar cosas nuevas; las que están a favor de la explotación hacia los animales; las que no tienen ni idea de lo que significa el veganismo y nunca han tenido contacto con personas veganas, por lo que ni siquiera se lo plantean; las que piensan que no es una alimentación saludable; las que ponen mil excusas para seguir comiendo carne; las que no se atreven porque tienen dudas; las que no lo hacen por su situación familiar; o una mezcla de varias de estas razones, aunque hay muchas más.
Por eso, soy consciente de que no puedo dirigirme a todo el mundo, pues hay quienes ni siquiera tienen interés en este tema y les convendría informarse primero antes que recibir recomendaciones sobre veganismo. Pero para quienes ya están pensando en dar este paso, he recopilado algunos consejos que a mí me resultaron útiles o que creo que pueden ser de utilidad para futuros veganos. Allá van.
- Infórmate muy bien. Lo primero siempre es informarse. En este caso, te recomiendo que veas documentales y leas mucho sobre la explotación hacia los animales en todos los sentidos (alimentación, moda, deportes, circos, etc.), porque solo así entenderás en qué se basa y en qué consiste realmente el veganismo, y cuáles son las razones de peso para llevarlo a cabo.
- Despréndete de mitos. Seguramente habrás escuchado que el veganismo no es saludable, que te faltarán vitaminas o proteínas, que tendrás anemia, que estarás delgado o delgada, y que hay que comer de todo. Nuevamente, infórmate y observa lo que dice la ciencia al respecto: la alimentación vegana es apta para todas las etapas de la vida, incluyendo la infancia, la adolescencia o el embarazo.
- Empieza por lo más sencillo. Si no puedes dejar de consumir todos los alimentos de origen animal de un momento a otro, a la vez que dejar de utilizar tejidos o cosmética de esa misma procedencia, o eliminar de raíz de tu vida todo aquello en lo que participabas en la explotación animal, no te martirices y empieza por lo más fácil. Por ejemplo, puedes dejar de acudir a espectáculos donde se utilizan a los animales, o dejar de utilizar pieles para vestir si es lo más sencillo para ti. Después puedes eliminar el consumo de miel o de huevos, luego el de lácteos y, por último, el de carne o pescado. Es mejor hacer esta evolución de una forma paulatina a frustrarte cada vez que notes que no estás consiguiendo lo que te habías propuesto.
- No pierdas tu tiempo con gente que no merece la pena. Cada vez que alguien se entere de que quieres ser vegano o vegana, comenzarán a decirte que la carne es necesaria, que a ver qué vas a comer ahora, que toda la vida se ha comido carne, que te vas a poner enfermo/a, que los animales también se comen unos a otros, que es la cadena alimentaria, etc. A veces, respondemos a todo esto con argumentos sólidos y científicos y las otras personas no quieren escuchar, así que no pierdas tu tiempo con esta gente que nunca va cambiar su mentalidad, pues lo único que conseguirás será discutir. Si, por el contrario, se genera un debate respetuoso y sano, será algo enriquecedor, pero no suele ser lo habitual.
- Te vas a equivocar. Ojalá alguien me hubiese dicho, cuando me hice vegana, la cantidad de veces que me iba a equivocar. Porque es muy fácil confundirse cuando se utiliza, para absolutamente todo, algún ingrediente de origen animal. No te frustres si compras una mostaza que lleva miel y no te habías dado cuenta, si no habías caído en que las galletas que llevas comiendo años contienen huevo, o si descubres que el maquillaje que has comprado no es cruelty free. Pasará el tiempo, y te seguirás equivocando, pero de los errores se aprende.
- Sustituye. Una de las mejores maneras de empezar a comer alimentos veganos es sustituir lo que antes comías omnívoro por sus alternativas vegetales. Haz tu próxima hamburguesa vegana, tus pizzas y pasta con queso vegetal, utiliza leche de soja para el desayuno en lugar de leche de vaca… Y con las prendas de vestir o productos de higiene y cosmética, lo mismo. Cuando tengas que comprar algo de este tipo, opta por artículos veganos y libres de crueldad.
- Inspírate. Puede que si sacas de tu nevera todo lo que no es vegano, este electrodoméstico te quedará bastante más vacío de lo que pensabas, y quizá cuando hagas la compra no se te ocurra qué escoger. Mi recomendación es que elijas una amplia variedad de vegetales: frutas, verduras, hortalizas y legumbres como base. Después, puedes comprar productos que quizá antes no habías probado, salsas veganas, especias, etc. En Internet, tienes a tu disposición blogs y canales de YouTube que pueden ayudarte a inspirarte en la cocina y hacer recetas deliciosas. En mi sección de recetas también podrás encontrar preparaciones muy sencillas. Eso sí, es probable que más de una vez no consigas el resultado esperado, que no te salga algo rico y que pienses que el veganismo no es para ti. Pero sigue adelante y al final encontrarás el modo.