La compra de animales favorece un negocio cruel e injusto para estos. No solo se trata de que hay personas que se están llenando los bolsillos a costa de la venta de seres sintientes (algo que no nos plantearíamos con los humanos), sino que para que unos cachorros puedan ser vendidos han de ser criados en unas condiciones lamentables. Además, muchos de los perros o gatos que son comprados con unos pocos meses de vida acaban siendo abandonados. Las protectoras y perreras de toda España están llenas de animales que un día fueron el capricho de un niño o de una familia irresponsable, a los que se suman los perros rescatados de la caza o de la ganadería.
Por todo ello, las asociaciones animalistas llevan años realizando campañas de concienciación sobre el abandono, como aquella de «Él nunca lo haría«. El primer anuncio que he visto al respecto es de los años 80, aunque lo primero que yo recuerdo fue una charla en el colegio cuando era pequeña (ya en el 2000), en la que nos enseñaban que un perro no es un juguete y repartían pegatinas con esa frase que aún conservo. Pero en este país, pese a todo lo que nos puedan contar desde pequeños, pese a los anuncios, pese al empeño de las organizaciones protectoras de animales, aún hay mucha gente que abandona a perros y gatos, y los que sobreviven necesitan ser adoptados en un hogar donde realmente los valoren y les den la vida que merecen. Por eso, nunca está de más repetir: no compres, adopta.
Criaderos
Pero, ¿cuál es el origen de todos estos animales? En muchas ocasiones, los criaderos. Estos son unos lugares horribles donde se obliga a las perras, gatas, conejas, etc. a tener camadas constantemente (por supuesto, de raza pura, para satisfacer los caprichos humanos y para que estos paguen más por los animales). Las madres pasan su vida encerradas y embarazadas, en las peores condiciones. Cuando sus cachorros nacen, quizá los dejan durante unos días con ella para que tomen su leche, pero después son separados para trasladar a estos a una tienda de animales donde nadie percibe el lugar de donde proceden. He visto casos en los que los propios dueños de estos establecimientos mienten con la edad de los perros para evitar sospechas de que han sido separados de su madre en plena lactancia, y los humanos acaban creyéndose cualquier cuento.
En otros casos, los perros que acaban en las protectoras o perreras proceden de la caza. Y es que los cazadores pretenden que estos animales cumplan la función de ayudarles en sus matanzas, y cuando no es así, los abandonan o directamente los asesinan. Otras veces los maltratan y los dejan malheridos para que mueran agonizando, y puede que alguien los encuentre y los lleve al veterinario, en el mejor de los casos, o que se cumpla el deseo del cazador. Las historias de muchos perros rescatados de situaciones así son terribles.
También los perros son víctimas de la ganadería, pues al igual que sucede con los cazadores, si los ganaderos observan que el animal no les sirve para esa actividad, el abandono es uno de los posibles destinos que sufrirá. De nuevo, el maltrato o el asesinato vuelven a ser las otras posibilidades.
Y en otras ocasiones, las camadas no deseadas son el origen de los animales que terminan sufriendo el abandono. Porque falta muchísima concienciación sobre la esterilización, así como responsabilidad ante estos casos. Siempre digo lo mismo: si no vas a esterilizar al animal con el que convives, al menos ten un control de sus salidas al exterior, y si tiene camadas, al menos hazte responsable de la situación que tú mismo has provocado. Quizá los perros y gatos (aunque también los conejos o roedores sufren el abandono) que proceden de camadas indeseadas no son de raza, pero eso no quiere decir que no merezcan una vida mejor. Ten en cuenta que muchos animales pasan años esperando a alguien que los adopte, lo que debería hacernos replantear la opción de adoptar a esos ancianos que nunca han sido felices.
No compres, por favor
Y a las familias que quieran convivir con un animal, solo me queda decirles que se lo piensen muy bien. Que un perro o un gato son una gran responsabilidad que va a interferir en muchos aspectos de su vida. Que no siempre es fácil educarlos. Que no siempre se van a comportar como quieren los humanos. Y que una vez que han tomado la decisión de dar este paso, acudan a una protectora de animales, y no a una tienda donde se van a gastar 300 euros por un perro de raza que implicarán la cría de otro para sustituirlo.
No compres, adopta.
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