Si me lees habitualmente, sabrás que soy de un pueblo pequeño donde las opciones veganas son bastante reducidas. Pero esto es normal en los pueblos, y es algo que me espero cuando viajo a otros municipios de tamaño similar. No es nada frecuente que sus habitantes sean veganos, así que las tiendas de esos lugares traen lo que se demanda, por lo que sí encontraremos frutas, verduras o legumbres, pero no tofu, seitán o hummus. Y no pasa nada, podemos sobrevivir con lo básico, pero cuando salimos a comer a un restaurante, la cosa se complica algo más.
Esto no solo pasa en pueblos pequeños, sino también en ciudades. Por ejemplo, durante mi estancia en Salamanca cuando estudiaba en la universidad, no tenía ningún problema si quería ir a comer a un restaurante vegano, a tomar un pincho en un bar o a un supermercado especializado donde hubiese opciones. Y es que Salamanca es una ciudad especial, porque aunque sea pequeña, tiene de todo, es preciosa y el ambiente que hay allí no lo he visto en ningún otro sitio. No ocurre lo mismo en ciudades cercanas como Zamora o Valladolid, incluso aunque esta última sea una capital más grande que las otras dos. Digamos que allí los bares y restaurantes suelen ser, la mayoría, bastante tradicionales.
Y cuando una persona vegana viaja a este tipo de lugares que no casan demasiado con el veganismo, hay dos opciones: tratar de comer en ellos o pedir la hamburguesa vegana del Burger King. Pero esto último no gusta a todo el mundo, así que muchos acabaríamos decidiéndonos por la primera opción.
Antes de continuar, también me gustaría mencionar que me encanta cuando voy a ciudades como Madrid, donde hay tantos establecimientos veganos que me cuesta hasta elegir uno. Sin embargo, hacerlo o no va a depender de la persona o personas que me acompañen. Recuerdo un viaje a esta ciudad en el año 2016, con una amiga con la que probé un montón de restaurantes veganos deliciosos. Pero por el contrario, en otro viaje el pasado 2019, la persona que me acompañaba prefería ir a la citada hamburguesería, así que no me quedó otro remedio que comerme la hamburguesa vegana, a pesar de estar en una ciudad con mil opciones. Y como era un viaje relámpago, realmente no me dio tiempo a escaparme a un establecimiento más acorde con mis valores.
Cuando estoy con mi pareja, ocurre lo mismo. Prefiere cenar en una cadena de comida rápida antes que en un restaurante vegano. Y con mi familia, pasa algo parecido. Mis padres no pisarían, ni locos, un lugar como Burger King, pero tampoco están dispuestos a comer en locales veganos, o al menos, vegetarianos, por lo que con ellos siempre me toca acudir a restaurantes tradicionales. Incluso a veces me sugieren que les acompañe a un asador, pero por ahí, desde luego, no paso. Cada vez me convenzo más de que nunca entenderán lo que significa el veganismo, y de hecho, le quitan importancia casi siempre, aunque en esas situaciones, al final acaban decidiéndose por ir a otro lugar donde yo pueda comer sin estar a disgusto, a pesar de que yo suelo decirles que vayan a un asador si tienen ganas, que yo me quedaré en casa cenando mejor y más tranquila.
Sea como sea, cada vez que acudimos a restaurantes omnívoros nos vemos en una serie de circunstancias que he querido agrupar para que a nadie le tome por sorpresa, aunque también trataré de darte soluciones, o al menos, cómo yo lidio con esas situaciones.
5 Momentos que todo vegano ha vivido en un restaurante no vegano
- ¿Sándwich vegetal? Muchos establecimientos incluyen, en su oferta, el típico bocadillo o sándwich vegetal con atún, con huevo cocido, con jamón york, con queso o con mayonesa. Como es evidente, esto de vegetal no tiene nada, pero todavía existe una falsa creencia de que sin ingredientes de origen animal, una comida está incompleta. A veces, sobre todo al principio, pedimos el bocadillo dando por hecho que es vegano, y nos encontramos la sorpresa del atún en el medio. Por eso, si la carta no especifica los ingredientes, lo mejor es preguntar para asegurarnos. Y si ningún sándwich es vegano, tendremos que pedir si nos lo pueden hacer vegetal de verdad, pues aunque solo nos pongan lechuga y tomate y habría estado mejor cualquier bocadillo hecho por nosotros mismos en casa, lo comeremos con la conciencia tranquila.
- Ensaladas. Casi todos los restaurantes tienen ensaladas en sus menús, y a veces será la única opción que se adapte a nuestra alimentación. Pero otras veces, pasará lo mismo que con el sándwich y absolutamente todas las ensaladas de la carta tendrán algo de origen animal, ya sea atún, anchoas, huevo o queso (esto es lo que ocurría en el restaurante donde trabajé hace algunos años). En estos casos, tendremos que pedir la ensalada sin esos ingredientes, o preguntar si nos pueden hacer una ensalada vegana, aunque no esté en la carta.
- Parrillada de verduras. Además de algunas ensaladas, otro plato vegano habitual en los restaurantes es la parrillada de verduras. Yo reconozco que prefiero esta opción antes que una ensalada con lechuga y tomate, pero también es cierto que me la puedo preparar en casa y me saldría más barato. Sin embargo, en algunos casos, estando en restaurantes, nos puede salvar de pasar hambre.
- Pizza sin queso. En pizzerías o locales donde ofrecen pizzas, casi todas van a llevar queso, aunque cada vez mas pizzerías incluyen opciones veganas en las que se utiliza queso vegano. Pero podemos encontrarnos lugares donde aún no se hayan adaptado, aunque por suerte, suelen tener pizzas vegetales (y en este caso sí, suelen ser vegetales de verdad, a diferencia de los bocadillos), aunque lo mejor es asegurarnos siempre, así como tendremos que asegurarnos de que la masa no contenga lácteos ni ningún ingrediente de origen animal. La solución en estos casos es pedir una pizza vegetal sin queso, algo a lo que yo ya he recurrido en alguna ocasión. No estará tan buena como una pizza con queso vegano, pero es una de las soluciones más fáciles cuando salimos a comer.
- Patatas fritas. Triste, pero cierto; en algunos restaurantes la única opción vegana que encontraremos serán unas patatas fritas, que la mayoría de las veces no son un plato en sí, sino el acompañamiento de platos con carne, así que si no queremos pasar hambre y no tienen más opciones cien por cien vegetales, tendremos que pedir que nos preparen algo vegano. Lo más normal es que el restaurante no quiera perder un cliente, así que te harán algo que se adapte a lo que demandas. Además, es muy positivo que visibilices que hay personas veganas, pues si todas lo hacen, cada vez más locales incluirán opciones. Eso sí, algunas veces tendrás que explicar lo que significa ser vegano, ya que no siempre los camareros están al tanto, y puede que pidas un plato sin atún, pero te llegue, en su lugar, salmón o anchoas.