Con el paso de los días, el número de voluntarios que colaboraban con las asociaciones se ha ido reduciendo
Tras la entrada en erupción del volcán de La Palma, numerosos voluntarios se volcaron en la ayuda a los afectados, tanto humanos como animales no humanos. Han pasado más de dos meses y esos animales siguen necesitando ayuda, pero la cifra de voluntarios que colaboraban con organizaciones como Benawara, que atiende a los animales en el polideportivo del IES Eusebio Barreto, en Los Llanos de Aridane, se ha reducido. Este centro, además, se ha visto afectado por las intensas lluvias de los últimos días, lo cual ha incrementado las labores diarias.
La colaboración de personas voluntarias, además de las donaciones de pienso y otros artículos, sigue siendo esencial para la atención y cuidados básicos de los animales, su alimentación, limpieza, tratamiento veterinario si lo necesitan, etc. Algunos de ellos pertenecen a familias que lo han perdido todo, y entre estos se ha conseguido enviar de vuelta con sus propietarios a algunos, mientras que otros han sido alojados en casas de acogida.
Desde la erupción, cientos de animales han sido puestos a salvo por entidades sin ánimo de lucro y protectoras de la zona, así como personas que han puesto sus casas a disposición de estos animales, sobre todo perros y gatos.