Ballenas, belugas, delfines y orcas eran retenidas para su posterior venta a parques de atracciones y zoológicos
Las autoridades rusas han desmantelado, de forma definitiva, las piscinas y acuarios de la bahía de Srédnyaya, en las costas orientales del país, unas instalaciones tristemente conocidas como la «cárcel de ballenas» rusa.
En 2018, activistas de Greenpeace descubrieron que en estas instalaciones eran retenidos más de un centenar de mamíferos marinos como belugas, ballenas, delfines y orcas, que después se vendían a parques de atracciones y zoológicos. Esto significó un escándalo que afectó a la imagen del gobierno ruso, y la presión internacional a través de algunas campañas logró que, al fin, en 2019, las autoridades del país anunciaran la vuelta al océano o el traslado de los animales a lugares adaptados. Este proceso ha durado algo más de un año, hasta que los acuarios han sido desmantelados con la finalidad de que no vuelvan a ser utilizados de manera ilícita para retener a otros cetáceos.
Algunos de los animales liberados, concretamente en el mar de Okhotsk, eran crías que han tenido que superar un período de adaptación para ser devueltas al medio natural. Otros cetáceos no han tenido la misma suerte, pues antes del desmantelamiento de la cárcel fueron vendidas, en su mayoría, a parques chinos.
Estas eran las únicas piscinas de este tipo conocidas en Rusia, pero existen otros lugares donde se mantiene a mamíferos marinos en dudosas condiciones con el mismo objetivo: su venta a zoológicos.
2 comentarios sobre “Adiós a la «cárcel de ballenas» de la bahía de Srédnyaya, en Rusia”