Comer proteína vegetal puede ser tan sencillo como abrir un bote de legumbres y añadir los condimentos o verduras que deseemos. Con esto, podemos desmontar varios falsos mitos, como que cocinar cien por cien vegetal requiere invertir mucho tiempo, que es caro o que no es nutritivo. Hacer un plato como este puede llevarte unos pocos minutos, te sale muy económico y es saludable. En mi caso, he utilizado alubias, pero se puede usar cualquier legumbre en conserva.
Es cierto que yo, personalmente, prefiero comprar las alubias, lentejas o garbanzos a granel, remojarlas la noche anterior y cocinarlas el mismo día que las voy a comer, aunque suelo hacer para varios días. Pero muchos días, no tengo el tiempo que me gustaría, así que siempre suelo tener botes de legumbres en casa para esos momentos, y prepararlas me cuesta lo mismo que hacer unos macarrones o un arroz con tomate (típicos platos para cuando no tienes tiempo). Eso sí, me gustan más y me aseguro de tener mi aporte proteico diario.
Para acompañar a estas alubias, utilicé todas las verduras que tenía en la nevera: zanahoria, pimiento, berenjena y puerro, las cuales salteé en una sartén con aceite de oliva virgen extra y sal hasta que se ablandaron. Acto seguido, pelé una patata, la corté en trozos y la añadí al salteado con un poco de ajo en polvo y perejil. Después, pasé la mezcla a una cazuela y añadí agua. Cuando esta hirvió, añadí las alubias de bote con una hoja de laurel y una pastilla de caldo vegetal y dejé que se cocinaran unos minutos más, hasta que el caldo adquirió una consistencia más espesa, que es muy fácil de lograr con las alubias en conserva. Esta preparación puede dar para varias raciones, y a mí me duró unos tres días, con lo que solamente tuve que invertir el poco tiempo que tardé en cocinarlas, y el resto de días, únicamente tuve que calentarlas.
A mí me encanta hacer las alubias de esta manera, y no tengo la necesidad de añadir ningún tipo de producto cárnico para que estén ricas. Eso sí, disponemos de un montón de alternativas a la carne que podemos utilizar en estos platos si así lo deseamos, como chorizo vegano, por ejemplo. Ni el sabor, ni la falta de ese tipo de productos, ni el precio, ni la dificultad son excusas para no dar el paso y sacar a los demás animales de nuestros platos.