El país exportó más de 130000 reses el año pasado
Nueva Zelanda prohibirá definitivamente la exportación de animales vivos a otros países a partir de abril de 2023. Hasta ahora, Nueva Zelanda únicamente exporta animales para la cría, pero no para el sacrificio, aunque ha anunciado que oficialmente se pondrá fin al transporte internacional de estos en la citada fecha.
La medida llega dos años después de que 41 personas, dos de ellas neozelandesas, y 6000 animales murieran después de que una tormenta hundiera el barco en el que viajaban. Esto provocó una mayor demanda por parte de la sociedad de la prohibición definitiva de las exportaciones de animales vivos desde Nueva Zelanda.
El ministro de Medio Ambiente del país, Damien O’Connor, ha afirmado que la nueva medida protegerá la reputación de Nueva Zelanda y sus ganaderos presentes y futuros, en un momento en que el mundo está cada vez más concienciado con el trato que reciben los animales. También ha señalado que «la lejanía de Nueva Zelanda significa que los animales están en el mar durante largos periodos, lo que aumenta su susceptibilidad al estrés térmico y a otros riesgos relacionados con el bienestar».
Controversia
Las exportaciones de animales vivos son muy controvertidas por las condiciones de hacinamiento y enfermedades en las que viajan los animales en los barcos, habitualmente agotados y deshidratados.
Cada año se exportan millones de animales considerados de granja, como cerdos, vacas u ovejas, en todo el mundo. Muchos mueren durante el viaje o en accidentes. En 2020, uno de estos sucesos acabó con la vida de 14000 ovejas tras el vuelco de un barco, y a principios de este año, unas 15000 se ahogaron después del hundimiento de otro barco cerca de Sudán. Desde Nueva Zelanda, el año pasado se exportaron 134722 reses.
Algunas organizaciones animalistas han mostrado su satisfacción por la noticia y han animado a otros países a seguir el ejemplo de Nueva Zelanda. Su vecina Australia tampoco está exenta de este debate sobre la exportación de animales vivos.
La organización Compassion In World Farming mantiene abierta una recogida de firmas por el fin de la este tipo de transporte, al que califica como «doloroso, estresante y completamente inaceptable«.
Fuente: Plant Based News