Más del 80% de la generación Z en Gran Bretaña estaría dispuesta a abandonar los lácteos

El auge de las leches vegetales está motivado por la explotación de las vacas, por la contaminación de la industria láctea o por la prevención de algunas enfermedades

Un estudio de la marca Oatly sostiene que el 81% de los miembros de la generación Z (personas entre 10 y 25 años) en Gran Bretaña están dispuestos a prescindir de los lácteos cuando cocinan. También señala que más del 40% de los británicos no tendrían inconveniente en utilizar alternativas a los lácteos en la cocina en el futuro, pero que todavía son reacios a hacer el cambio.

Y es que alrededor del 45% de los encuestados tiene ideas preconcebidas sobre el sabor de las alternativas vegetales a los lácteos, y eso les disuade de pasarse a los primeros. Algunos de ellos, el 23%, citó el coste como otro motivo para no hacer el cambio. El queso y la nata son los alimentos que más se resienten a sustituir, pues más del 30% los consideran los menos intercambiables.

El estudio también ha señalado diferencias entre la zona geográfica donde viven los encuestados. Así, los londinenses se mostraron más dispuestos a probar las alternativas vegetales que los habitantes de Yorkshire.

Auge de las alternativas veganas

En 2021, el mercado de las alternativas vegetales a los lácteos estaba valorado en 22250 millones de dólares. Para 2029, se prevé que esta cifra aumentará hasta los 61430 millones. En concreto, las leches vegetales son los productos que han experimentado un mayor auge, y cada vez más gente sustituye la leche de vaca por alguna de estas en sus cafés.

Entre las motivaciones para realizar este cambio se encuentra la explotación de las vacas en la industria láctea, al ser inseminadas constantemente para tener terneros y producir leche hasta que, años después, ya no son rentables para la industria y son enviadas al matadero, al igual que sus hijos, quienes son los que deberían tomar esa leche que se destina a consumo humano.

Por otro lado, los lácteos también se han relacionado con un mayor riesgo de padecer ciertas enfermedades y la industria láctea es una de las principales responsables de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. También contribuye a la deforestación y a la pérdida de biodiversidad.

Fuente: Plant Based News.