El centro no cuenta con los recursos y el personal necesarios para su mantenimiento
Un lémur, dos tigres, un muflón de Córcega o un águila calzada. Son algunos de los animales muertos, en los últimos años, en el zoológico de Vigo antes lo que parecen ser negligencias.
La última víctima ha sido un lémur, fallecido por frío al encontrarse en un espacio donde no se superaban los 15 grados. Estos animales, procedentes de Madagascar, necesitan una temperatura de 24 grados o más.
El lémur se une a una larga lista de sucesivas muertes. Hace dos años, una pareja de tigres moría tras varios días enfermos. Primero murió la hembra, y no había pasado una semana cuando murió el macho, ahogado en un estanque al que acudía a beber. Su cuerpo fue localizado días después. Este no ha sido el único animal ahogado en el Vigozoo, sino que este también fue el destino de dos castores.
Otra muerte evitable fue la de una hembra embarazada de oryx cimitarra, un antílope africano, que se desangró tres días después de romper aguas sin que le hubieran practicado una cesárea. También falleció un muflón de Córcega tras darse un golpe y un águila calzada cuando fue transportada a otro lugar por unas reformas. Otros animales del zoo también han sufrido estrés al ser cambiados de sitio y se han notificado ataques de unos individuos a otros. Es el caso de seis wallabyes de Bennett, marsupiales procedentes de Australia, que fueron atacados por emús, una especie de aves, al ser juntados con estos.
Todo parece indicar que el centro no dispone del personal ni de los recursos necesarios para el mantenimiento de los animales, aunque el Ayuntamiento declara que los animales han fallecido «por causas naturales».
El centro se ha visto afectado por la privatización de algunos de sus espacios y la falta de inversiones públicas, y el mantenimiento del zoológico deja lugar a dudas. El Ayuntamiento ya ha señalado que no habrá más animales cautivos en este, y planea reconvertirlo en un espacio educativo, algo que ha suscitado algunas críticas por el planteamiento y algunas contradicciones. Algunos de los animales que se encontraban en cautiverio en el Vigozoo han sido enviados a colecciones privadas donde también han acabado muriendo.
Pacma, que aboga por el cierre del zoo y su transformación en un centro de recuperación de especies autóctonas, ya ha anunciado que denunciará los hechos ante la Fiscalía de Medio Ambiente.