La industria la califica de «desproporcionada», mientras para el ámbito de la defensa animal es «insuficiente»

La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha pedido a la Comisión Europea que retire su propuesta de reglamento de bienestar animal en el transporte de animales vivos. Lo ha hecho durante el proceso de consulta sobre esta medida, y justifica esta respuesta porque el cambio supondría «grandes perjuicios a nivel social y económico sobre el sector, y sobre todo a pequeñas empresas de transporte de animales y granjas«. Esta reacción es habitual en el sector ganadero ante cualquier iniciativa que pretende establecer ligeras mejoras en la situación de los animales explotados.

Según los ganaderos, la propuesta europea recoge disposiciones que «no se ajustan a la realidad» y califican las medidas propuestas de «desproporcionadas y alejadas de la propia biología de las especies». En este punto, se refieren concretamente a limitaciones como las del transporte de animales con temperaturas extremas, «sin tener en cuenta ni la especie ni la fase productiva». Asimismo, califican de «desproporcionada» cualquier modificación de los horarios de transporte, pues consideran que pueden aplicarse «medidas tecnológicas alternativas» como la ventilación.

La industria ganadera también ha expresado su malestar durante el debate sobre la prohibición de las jaulas en granjas avícolas, lácteas o de cerdos por motivos económicos: encarecería el precio de los productos e implicaría mayores costes para los productores. De igual manera, los ganaderos han protestado por el aumento del espacio a los animales durante el transporte porque consideran que aumentaría los costes al implicar la realización de más viajes, y señalan esta disposición de «inviable, por no poder adaptar los medios de transporte a un coste que siga siendo económicamente competitivo». También consideran que este aumento del espacio supondría problemas de seguridad vial ante movimientos bruscos cuando se transporte a animales de mayor peso.

Con respecto al objetivo de la Comisión Europea de aumentar el control sobre los viajes a los que se somete a los animales explotados, los ganaderos tildan esta medida de «un incremento importante de la burocracia» que consideran «inasumible» para pequeñas empresas.

Los ganaderos tampoco están de acuerdo con la obligatoriedad de la presencia de un veterinario durante las operaciones de carga y descarga.

De nuevo, el sector amenaza con el cierre de las explotaciones como consecuencia última de la aprobación de estas medidas, lo que sin embargo, tendría implicaciones positivas tanto a nivel medioambiental como de bienestar animal.

Propuesta insuficiente

Desde el ámbito de la defensa de los animales, la propuesta se ha considerado insuficiente desde su inicio. En este sentido INTERcids ha solicitado algunas modificaciones en al reglamento.

Los operadores jurídicos señalan que «el articulado de la propuesta no especifica medidas concretas para la sustitución definitiva del transporte de animales vivos», a pesar de que se alude a ella en la Exposición de Motivos. Además, piden que se detalle en qué consistirá la necesaria intervención veterinaria durante las operaciones de carga y descarga.

También explican que en la propuesta contempla excepciones por las que quedan fuera numerosas actividades que conllevan el transporte de animales que seguirán estando desprotegidos.