Foie gras: patos y gansos torturados y enfermos

¿Por qué en pleno siglo XXI se sigue fabricando foie gras? Como en otros ámbitos de la explotación animal, la respuesta aquí es la de siempre: porque es un negocio que mueve dinero. Pero lo cierto es que todo el proceso de producción del foie gras está marcado por el maltrato animal y una extrema crueldad, aunque poca gente sabe cómo se obtiene verdaderamente este ingrediente.

El foie gras es un alimento tradicional francés que se obtiene a partir del hígado de patos o gansos, que son sobrealimentados a la fuerza hasta conseguir que dicho órgano crezca en tamaño, lo que lo convierte en un hígado enfermo, y más concretamente, enfermo de esteatosis o hígado graso, una patología causada por el exceso de grasa en esta parte del organismo. De hecho, foie gras significa «hígado graso» en francés.

Según datos de la organización Igualdad Animal, el hígado de los animales utilizados para la producción de foie gras es diez veces más grande de lo que sería su tamaño natural. Hace décadas, el foie gras solo estaba en los platos de las personas más adineradas, pero en los últimos años, cada vez se ha hecho más frecuente en otros sectores sociales, en restaurantes o en tapas de bares.

Los productores de foie gras tampoco pueden presumir de que los animales que utilizan viven en las mejores condiciones, ya que pasan toda su vida dentro de jaulas, ya sea solos o con más patos o gansos, alimentados forzosamente a través de un tubo metálico, desde los cuatro meses hasta doce o quince días después del comienzo de esta sobrealimentación. Después, los animales son asesinados para obtener el foie gras a partir de sus hígados enfermos, que acabarían matando al animal si el proceso de engorde durase más de dos semanas, aunque muchos de ellos terminan muriendo igualmente antes de ese tiempo, por infecciones u otras complicaciones provocadas por la alimentación forzada.

Según Igualdad Animal, los patos y gansos dentro de este tipo de granjas son obligados a ingerir unos dos kilos de maíz al día, lo que equivaldría a doce kilos para un ser humano. Además, los productores de foie gras solo utilizan a los machos y descartan a las hembras, que son asesinadas en cuanto nacen. La selección, además, también está presente en este tipo de ganadería, y es que los animales pertenecen a la raza mulard, seleccionada genéticamente para este fin.

Prohibido en países de todo el mundo

Como otros países alrededor del mundo, la mayoría de los países europeos ya han prohibido la producción de foie gras, pero aún hay cinco estados donde esto es legal, y entre ellos está España, a la que acompañan Francia, Bulgaria, Hungría y Bélgica.

Afortunadamente, podemos no contribuir a la explotación de patos y gansos, u otros animales que se utilizan para la elaboración de patés (aunque estos últimos no solo se hacen con el hígado, sino también con otros ingredientes), como la oca o el cerdo, ya que, en primer lugar, estos productos son totalmente prescindibles dentro de nuestra alimentación; y en segundo lugar, porque disponemos de alternativas vegetales sin crueldad, que cumplen la misma función dentro de un bocadillo y que están igualmente ricas.

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