Hace varios días, estuve indagando en la crueldad de la producción de foie gras, que no deja de ser un alimento extraído del hígado enfermo de patos y gansos que han sido torturados y obligados a ingerir cantidades enormes de comida prácticamente desde sus primeros días de vida. En algunos países, esta práctica está prohibida, pero sí que se fabrica su sucedáneo más barato: el paté que protagoniza los bocadillos de cientos de niños en las excursiones del cole. Para el paté, se utiliza, junto a otros ingredientes, el hígado de ocas, patos o cerdos, y precisamente es en su elaboración donde difiere del foie gras, aunque para mí siguen siendo animales torturados injustamente.
Mi madre siempre ha sido amante del paté, por lo que es un producto que siempre ha habido en casa, y por tanto, yo misma lo he comido desde pequeña, hasta que me hice vegetariana, y después vegana. Recuerdo que lo comía en bocadillos para el recreo, para la merienda o para las excursiones, después de comer a modo de postre untado en pan, o como acompañamiento en las comidas. Mi madre lo sigue consumiendo, aunque sorprendentemente, le he dado a probar algunos de los patés veganos de los que voy a hablar a continuación y le han gustado. Y digo sorprendentemente porque mi madre es una de esas personas a las que no le suelen gustar los procesados veganos, quizá porque está demasiado acostumbrada a los cárnicos.
Hoy en día, es fácil encontrar patés veganos en cualquier supermercado, aunque en algunos como Carrefour yo llevo viéndolos años. Eso sí, es innegable que cada vez son más frecuentes. Además de eso, algunas marcas que tradicionalmente han fabricado paté de hígado han sacado ahora su versión vegetal, como La Piara. Y por supuesto, hay otras empresas más pequeñas que se dedican a la producción de patés veganos, mucho más comprometidas y esforzadas en hacer un mundo mejor. Los patés de los que voy a hablar encajan dentro de cada una de estas tres características: algunos de un supermercado, concretamente de Aldi, que tiene bastante variedad; el paté vegano de La Piara, que se llama Quokka; y patés de una empresa más pequeña, Vegadénia.

Paté de pimiento y anacardo de Aldi
En cuanto a sabor, este paté me parece pasable, no está mal, pero tampoco es, ni mucho menos, el mejor que he probado. Untado con pan y sin nada más está rico, pero creo que estaría mucho mejor en un sándwich, mezclado con otros alimentos, como jamón york o queso vegano. En mi caso, probé a untarlo en el pan de una hamburguesa vegetal que cené el otro día y tampoco está mal. Le da otro toque. Como acompañamiento también puede ser buena idea utilizarlo, tanto en cenas como en comidas, untado en unos biscotes, por ejemplo. Así también lo he probado, con queso vegano por encima y me ha gustado. Sin embargo, para merendar en la clásica tostada o pan de molde, preferiría otros patés.
- ¿Lo volvería a comprar? A mi madre le ha gustado mucho, así que si lo vuelvo a comprar, será para comidas familiares, o quizá para bocadillos cuando haga algún viaje largo. Pero creo que para mí sola, preferiría comprar otros patés.
Paté de tomate, calabacín y pimiento de Aldi
Cuando compré este paté y el anterior, pensaba que me iba a gustar más el primero, pero no. Cuando probé este me sorprendió para bien, y es que creo que es el mejor paté de marca blanca de supermercado que he probado hasta la fecha. Como suele pasar, a mi madre le gustó más el otro, pero para mí este es bastante mejor. En cuanto a sabor, es suave y un poco ácido, pero apenas se percibe dicha acidez. Pensaba que tendría un gusto a tomates secos, pero para nada, incluso diría que el tomate es casi imperceptible. Podría comer este paté de todas las maneras imaginables: en sándwich, tostada…, y hasta lo utilizaría para untar las patatas fritas, a modo de kétchup, porque creo que podría cumplir esa función perfectamente. Además, diría que la consistencia es un poco más densa que en el paté anterior, pero quizá esto solo sea sensación mía.
- ¿Lo volvería a comprar? Sí, creo que será uno de los productos que compre la próxima vez que vaya a Aldi, aunque lo cierto es que no suelo ir mucho a este establecimiento, y solamente acudí el día que compré este paté por dos motivos: primero, porque lo han abierto hace pocas semanas en la ciudad más cercana a mi pueblo y me apetecía curiosear; y segundo, porque sé que tienen bastantes productos veganos y quería comprarlos y probar, aunque en muchos de ellos no repetiré la compra. No es el caso de este paté, que me ha encantado.
Paté de berenjenas con tahine negro y comino de Vegadénia
Es bastante probable que un paté de una marca especializada le dé mil vueltas a un paté de marca blanca. Y en este caso, se cumple, porque este producto de Vegadénia me ha sorprendido muy gratamente. Es cierto que la primera impresión al abrir el bote no es la mejor del mundo, debido al color grisáceo que no tiene la mejor pinta, pero que después se olvida con el sabor tan rico. Sin ser muy fan del comino, he de decir que este paté me ha gustado, aunque es cierto que el comino se nota, tanto al olerlo como en el sabor tan pronunciado que le aporta. El resto de ingredientes hacen la consistencia.
Sin duda, usaría este paté antes que cualquiera de marca blanca como complemento para bocadillos, tostadas, de merienda o «para picar». Realmente está delicioso, sobre todo para amantes de las especias, y se nota que es artesano. Este es otro de los que le encantó a mi madre.
- ¿Lo volvería a comprar? Rotundamente, sí. Es la primera vez que compro productos de esta marca, con la que me encontré en la feria Ecocultura, en Zamora, pero sé que no será la última. También compré su hummus y sobrasada, pero todavía no he tenido el placer de probarlos.
Paté vegano Quokka (La Piara)
Marcas como La Piara, que sacan ciertos productos veganos pero que su principal negocio está en la carne, generan un debate bastante interesante entre personas veganas, acerca de comprar o no dichos productos. Personalmente, considero que es positivo que existan estas alternativas, pero más bien para la población general o para todos aquellos que piensan que «es difícil ser vegano», porque demuestran que no es así.
Sobre su paté vegetal, tengo que decir que el sabor está conseguido, y también la textura, que se asemeja mucho al paté tradicional (en mi caso probé el de sabor «pollo«, pero creo que también tienen otro de sabor hamburguesa). La función que cumple es la misma que el típico paté de La piara, por lo que quizá es una buena idea para que los niños sustituyan el animal por el vegetal en sus excursiones, aunque siempre será mejor una pieza de fruta, por supuesto.
- ¿Lo volvería a comprar? Pues lo más probable es que no lo vuelva a comprar, y no por el sabor o porque no me haya gustado, sino por la empresa de la que viene. Me alegro de que haya opciones tan bien conseguidas, y soy de las personas que acude a probarlas cuando sale algo nuevo, pero no de las que repite, porque siempre preferiré apoyar otros tipos de negocio.
Y dicho todo esto, puedo sacar dos conclusiones. La primera es que si te gusta el paté, tienes mil opciones vegetales, así que no hay excusas para seguir comiendo el de origen animal. Además, en las alternativas veganas encontrarás una mayor variedad de sabores. La segunda es que siempre es preferible apoyar a las empresas más pequeñas que dedican su esfuerzo a crear productos vegetales y que no pueden competir con supermercados o marcas más grandes. Aunque te salga más caro, merece la pena, no solo por su compromiso, sino también por la calidad.
De los patés que he probado, así quedaría el orden en función del que más me ha gustado al que menos:
- Paté de berenjenas con tahine negro y comino (Vegadénia)
- Paté de tomate, calabacín y pimiento (Aldi)
- Paté Quokka (La Piara)
- Paté de pimiento y anacardo (Aldi)
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