Son incontables las veces que he buscado bocadillos veganos en cafeterías o bocaterías, sin éxito, o que me miran con cara rara cuando pido el supuesto «bocadillo vegetal» de la carta, pero sin huevo, atún ni mayonesa, es decir, solo con tomate y lechuga. Porque en muchos establecimientos, todavía ofertan opciones con este tipo de ingredientes a las que llaman «vegetales».
Por eso, muchas veces es mejor llevarse un bocadillo hecho en casa. Es lo más fácil y rápido, aunque en mi caso, si tengo la oportunidad, nunca dejo de probar restaurantes veganos. A veces, los bocadillos también son una buena opción para días con poco tiempo o con pocas ganas de cocinar.
Pero los bocadillos veganos no son esos de lechuga y tomate que a veces nos toca comer porque no hay otra cosa y el hambre apremia. De hecho, hay muchos ejemplos de bocadillos vegetales que podemos hacer: con embutidos y quesos veganos, con verduras, con aguacate, con alternativas vegetales a la carne y con diferentes salsas y panes.
El ejemplo que hoy quiero enseñaros es muy sencillo. En primer lugar, freí dos escalopes vegetales (creo recordar que son de Lidl). Es cierto que no me gustaron demasiado los escalopes, pero en bocadillo, con el resto de la mezcla, mejoran.
Para el pan, escogí uno de estilo rústico. No lo tosté, pero puede hacerse así también. En este, puse unas hojas de lechuga cortadas en trozos, unas rodajas de tomate y otras pocas de aguacate. Encima, puse los escalopes ya hechos y añadí dos salsas: ketchup y mostaza, aunque con mayonesa vegana también estaría rico, pero en ese momento no tenía.
Y así estaría listo un bocadillo vegano bastante saciante. Yo no fui capaz de terminarlo, así que para otra vez lo haré más pequeño, o tipo sándwich.
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