Todos hemos escuchado alguna vez que los gatos son ariscos, o que son independientes y no sienten ningún tipo de apego por los humanos con los que conviven. Esto, como muchas otras creencias sobre los animales, es mentira. No olvidemos que se trata de animales domésticos, por lo que es un error creer que su bienestar está en la calle, «buscándose la vida», como suele decirse.
Desde pequeña, he conocido a diferentes gatos, pero no ha sido hasta ahora cuando he aprendido lo que es convivir con un felino. Y es que los gatos que tuve de pequeña entraban y salían porque mi madre creía que eso era lo mejor. Ahora sé que el mejor sitio para estos animales es el interior de un hogar, y que si salen, ha de ser con vigilancia o con arnés y correa. Por desgracia, son incontables los gatos que he visto atropellados en medio de muchas calles de mi pueblo.
También he compartido horas con gatos de personas conocidas o con gatos ferales a los que alimento, pero nada de eso me ha hecho conocer tanto sobre estos felinos que convivir con uno a mis 25 años. Y es cierto que no todos los gatos son iguales. Que algunos te buscan más, y otros menos. Pero eso también sucede con otros animales, porque como los humanos, cada uno tiene una forma de ser diferente, o lo que es lo mismo, una personalidad.
La mañana que saqué a mi gata de la alcantarilla donde estaba maullando desesperada, con pocos meses de edad, la metí dentro de casa y le puse comida y agua. La pequeña no quería verme y se escondía cada vez que me asomaba. Pero esa misma noche, durmió conmigo, y a partir de entonces, no se ha despegado de mí.
Es cierto que a veces no la veo durante mucho tiempo porque está durmiendo en otra habitación diferente a donde yo estoy, o porque está entretenida con alguno de sus juguetes, pero cuando se despierta o termina sus juegos, me busca para amasarme o para acurrucarse en mis piernas. Tanto es así que tengo que dejar lo que estoy haciendo para acariciarla, pero por mí lo haría todo el tiempo.
¿Por qué alguien llega a pensar que una gata como ella puede ser arisca? Muchos gatos son desconfiados con las personas que no conocen, y es normal. Pero si alguien tiene esa creencia, me queda claro que es por desconocimiento o porque jamás ha convivido con un gato.
Falsa independencia
Puedo llegar a entender que alguien que nunca ha vivido con gatos o no les ha prestado la menor atención tenga ese tipo de creencias, pero lo que más rabia me da es que haya gente que piense que «los gatos son independientes» y no tenga el menor remordimiento en abandonarlos en la calle. Y es que un gato acostumbrado a una casa, no «se busca la vida», y no pongamos una falsa independencia como excusa para abandonarlo.
Es tan posible crear un vínculo bonito con un gato, como con un perro. Son especies diferentes, con formas de comportarse y necesidades distintas, pero ambos son capaces de mostrar un amor incondicional que algunos humanos no conocerán nunca.