Las olas de calor también afectan a los animales considerados de granja
Kansas, en Estados Unidos, está sufriendo un calor extremo que está afectando gravemente a las vacas del estado. Hasta ahora han muerto alrededor de 2000 animales. Las temperaturas de Kansas se están disparando. A principios de esta semana, alcanzaron más de 40 grados. Según la Asociación Ganadera de Kansas, los animales no pudieron aclimatarse a la ola de calor. Por ello, murieron por estrés térmico.
Kansas es uno de los mayores estados ganaderos de Estados Unidos, con una población de más de 6’5 millones de habitantes. La noticia llega al mismo tiempo que una investigación de The Guardian revela que más de 20 millones de animales considerados de granja mueren de camino al matadero, algunos por sobrecalentamiento.
Organizaciones como PETA reclaman un cambio, y piden a la gente que elimine la carne de vacuno de su dieta en protesta por las malas condiciones a las que se somete al ganado. «En invierno, el ganado se congela hasta morir en estados como Nebraska, Dakota del Sur y Wyoming. Y durante el verano, mueren por el calor en estados como Kansas y Texas», señala la organización de defensa de los animales en su página web.
«Después de un año de soportar las duras condiciones climáticas, las vacas son enviadas a un lote de subasta y luego pueden ser enviadas a cientos de kilómetros de distancia a enormes corrales de engorde, llenos de heces y barro, donde se hacinan por miles. Muchas enferman al llegar, y algunas mueren poco después», añaden.
Los animales y el calor extremo
La noticia de la muerte de las vacas sugiere que, con los grandes fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes debido a la crisis climática, los animales considerados de granja están luchando por salir adelante. Y no es la primera vez que ocurre.
A principios de este año, un granjero pakistaní fue captado inconsolable por las cámaras después de que su rebaño muriera de sed durante una ola de calor. Según los informes, hasta 200 animales podrían haber muerto en Pakistán debido a las temperaturas extremas.
En Argentina, hasta 3’4 millones de gallinas murieron en medio de una ola de calor que alcanzó los 45 grados. Y los informes de la época afirmaban que en algunas granjas había hasta un 40% de mortalidad.
El calor extremo no sólo afecta a los animales considerados de granja. El año pasado, más de mil millones de animales marinos de Canadá, incluidos mejillones, caracoles y almejas, murieron en una ola de calor.
Refiriéndose al impacto de la crisis climática en los animales, el biólogo marino Christoper Harley declaró el año pasado a The Guardian: «Muchas especies no van a poder seguir el ritmo del cambio. Los ecosistemas van a cambiar de forma realmente difícil de predecir. No sabemos dónde están los puntos de inflexión».
Este artículo es una versión traducida del original, publicado el 17/06/2022 por Charlotte Pointing en Plant Based News.