Pocas comidas apetecen tanto como una ensalada fresca en plena ola de calor. Como ya he dicho muchas veces, una ensalada vegana no es, necesariamente, solo lechuga, y de hecho, cuando damos el paso al veganismo descubrimos miles de ensaladas que de otra manera no habríamos probado nunca. Nos tachan de limitados, pero son los omnívoros quienes no pasan de la lechuga con tomate, aceite, vinagre y sal.
Yo suelo hacer las ensaladas con lo que tengo en casa, y siempre que puedo, les añado legumbres porque le da el toque proteico y se hacen mucho menos pesadas de esta manera, aunque a mí me encantan de todas las formas posibles. También he de decir que me gustan las ensaladas con ingredientes cocinados y no siempre crudos, y este es un ejemplo de esa peculiaridad mía. Sin más preámbulo, paso a contar cómo he hecho esta ensalada. Es muy fácil y ya es la segunda de garbanzos del blog.
INGREDIENTES
- Garbanzos
- Un puñado de arroz
- Lechuga
- 1 Pimiento verde italiano
- 1 Tomate
- Calabacín
- Berenjena
- Cebolla
- Mayonesa vegana
- Aceite de oliva virgen extra
ELABORACIÓN
- Remojamos los garbanzos la noche anterior a la cocción. Si los utilizas de bote, sáltate este paso y el siguiente.
- Escurrimos los garbanzos y los ponemos a cocer con agua y un chorrito de aceite de oliva virgen extra en una cazuela a fuego alto. Cuando hiervan, bajamos el fuego.
- Mientras los garbanzos se cocinan, vigilando en todo momento que tengan agua, troceamos todas las verduras y calentamos aceite en una sartén.
- Añadimos las verduras a la sartén (menos el tomate y la lechuga) y dejamos cocinar a fuego bajo.
- Echamos un puñado de arroz a la cazuela con los garbanzos.
- Incorporamos el tomate troceado a la sartén.
- Cuando tanto los garbanzos como las verduras estén hechos, escurrimos los primeros y los incorporamos a las verduras. Mezclamos todo.
- En un bol o plato, ponemos una base de lechuga y echamos la mezcla por encima.
- Añadimos la mayonesa vegana, mezclamos y dejamos enfriar. ¡Y listo!