Un millón de animales acuáticos mueren cada año intoxicados por la ingesta de este elemento
Los cazadores de los países de la Unión Europea, Islandia, Noruega y Liechtenstein ya no podrán emplear munición de plomo en los humedales para cazar aves acuáticas. La normativa ha entrado en vigor ayer, 15 de febrero, aunque fue dictada en 2021.
En países como España o Grecia, ya no se podía utilizar este tipo de munición en los humedales protegidos, pero ahora la norma se extiende al resto de estos espacios, incluso los que son artificiales, como las balsas de riego. Tampoco podrán emplear plomo a menos de cien metros de un humedal ni podrán transportarlo cuando se dirijan o se encuentren en este. Los cazadores podrán seguir realizando su actividad utilizando perdigones que no sean tóxicos para las aves.
La Unión Europea ha tomado esta medida tras estimarse que aproximadamente un millón de aves acuáticas como patos, cisnes, gansos o flamencos mueren cada año a causa de la ingesta del plomo, uno de los residuos que deja la actividad cinegética más peligrosos para los animales que sobreviven a las jornadas de caza. Y es que los cazadores dejan, en los espacios naturales europeos, alrededor de 5000 toneladas de plomo anualmente.
Desde que se puso sobre la mesa la posibilidad de prohibir el plomo en los humedales, los cazadores se han opuesto bajo el argumento de que este tipo de munición es más barata y segura. La medida fue incluso recurrida ante el Tribunal de Justicia Europeo por una asociación de propietarios de armas de Polonia el pasado mes de diciembre, sin éxito.
Las organizaciones ecologistas han aplaudido la prohibición del plomo en los humedales, aunque apuestan por la prohibición total de este elemento en cualquier espacio natural, así como se ha prohibido en otros ámbitos como la pintura o las pilas.