Historia: la peletería y la lucha contra las pieles

La historia de la peletería y la lucha contra las pieles

¿Cómo hemos pasado de una sociedad de cazadores-recolectores que aprovechaban las pieles de los animales que cazaban para protegerse del frío a una sociedad en las que las pieles son un lujo que abriga o «embellece» a personas adineradas? Entrecomillamos el término «embellece» porque a muchas personas las prendas de piel no nos hacen pensar en algo bonito, sino todo lo contrario.

Hoy trataremos de responder a esta pregunta a través de la historia de la peletería y del activismo anti-pieles. Para ello, empezaremos por el principio: la Prehistoria.

Varias especies de homínidos utilizaban la piel de los animales que comían para vestirse, en un momento en el que no existía la moda y las vestimentas tenían la única función de abrigar a su portador. Se desconoce cuál fue el momento exacto en el que nuestros antepasados comenzaron a usar pieles, pero a partir de entonces, han estado presentes en todas las civilizaciones y momentos históricos, desde los nativos americanos hasta los esquimales.

En la Antigüedad, los pergaminos sobre los que se escribían textos también se hacían con pieles de animales. Estas habían comenzado a adquirir otros usos. Con ellas también se hacían accesorios que habían perdido la funcionalidad de abrigar, como diademas. Ya desde tiempos antiguos, podemos hablar de estética, más que de protección contra el frío. Una estética que, además, se vinculaba con las clases sociales altas. Tal vez el uso de pieles por parte de personas adineradas que pueden permitirse pagar altas cantidades por una prenda no es algo tan contemporáneo.

También desde las civilizaciones antiguas se ha utilizado el cuero para confeccionar calzado, cinturones y diferentes objetos. Sus curtidores conocían también algunas técnicas para colorear las prendas o accesorios que confeccionaban.

Las pieles son, además, un símbolo cultural en algunos países como Rusia, Israel o Japón, pues forman parte de algunas de sus prendas tradicionales.

¿Por necesidad?

Las pieles que se utilizaron hasta este momento podían tener dos procedencias: la ganadería en la que se criaban animales para comer y se aprovechaban también sus pieles o la caza de animales salvajes. Con ellos también se han confeccionado alfombras durante siglos, y en el caso concreto de la caza, en un momento dado, los seres humanos pensaron que sus presas no acabarían en su estómago. Algunos optaban por disecarlas. Otras veces, se colgaban sus cabezas sobre una pared, como si fueran objetos decorativos, tal vez con la pretensión de mostrar poderío. Alfombras, animales disecados o cabezas son elementos que todavía se siguen viendo en muchos lugares. Por supuesto, la necesidad es cosa del pasado.

Poco a poco, se fue creando un negocio en torno a las pieles de animales, y aparecieron curtidores, comerciantes y artesanos que estarían presentes en los siglos sucesivos.

Visones

Uno de los animales más castigados por la peletería ha sido el visón. Hasta el siglo XVIII, los visones europeos se localizaban en buena parte del continente, pero en el siglo XIX, se acentuó la caza de estos únicamente por su piel. Hacía tiempo que la humanidad ya había superado la época en la que se cazaba para comer y se aprovechaban las pieles para vestirse.

La caza indiscriminada de visones europeos acabó provocando una reducción considerable de sus poblaciones, sobre todo en países como Rusia o Finlandia. Pero en la década de 1920, llegaron a Europa las primeras granjas de visones, que optaron por la cría de visones americanos, y no europeos, con el único fin de confeccionar prendas con su piel.

Este hecho no significó un alivio para los visones europeos, sino todo lo contrario. Y es que algunos ejemplares que lograron escapar de las granjas se han adaptado al hábitat de estos, lo que ha puesto en peligro su supervivencia y la de otras especies al contar con la presencia de unos animales que no solo han ocupado sus recursos, sino que también son sus depredadores. Hoy, los visones europeos se encuentran en peligro de extinción, y han desaparecido en muchas de las zonas que antes habitaban. Y la culpa no es del visón americano, sino de la industria peletera.

En España, fue en la década de 1960 cuando se observó a los primeros visones americanos en libertad tras fugarse de granjas gallegas. En Galicia, la primera explotación de este tipo fue puesta en marcha en 1959 en la provincia de Pontevedra. Después, el número de granjas continuó creciendo. De igual manera, en Cataluña, un incendio acabó con la fuga de los visones de una explotación en 1983; y en Aragón, el abandono de una granja con 8000 individuos provocó que aquellos que lograron sobrevivir a la falta de alimento se expandieran en los años 90.

Activismo

El activismo contra las pieles es uno de los que ha protagonizado más campañas por parte de colectivos animalistas.

Ya en los años 70, la actriz Brigitte Bardot puso en marcha algunas campañas contra la caza de focas por su piel en diferentes países, con especial atención en Canadá, donde acudió para denunciar esta masacre presencialmente en 1977.

En los años 80, la organización PETA comenzó a realizar protestas en desfiles de moda en Estados Unidos. Los activistas animaban a los viandantes a quitarse la ropa para afirmar que preferían estar desnudos a usar pieles y arrojaban sangre falsa a los diseñadores que las utilizaban. Desde entonces, PETA ha contado con el apoyo de numerosas celebridades que aparecían desnudas en sus conocidas campañas contra la peletería. Kim Basinger, Pamela Anderson, Pink o Eva Mendes son algunas de ellas. Este tipo de campañas, sin embargo, también han sido tildadas de machistas.

En 1984, otra campaña de Greenpeace y la organización Lynx mostraba a una mujer con un abrigo de piel en la mano que dejaba un rastro de sangre a su paso.

David Bailey

Todo ello tuvo cierto impacto en el sector de las pieles. En Gran Bretaña, las ventas cayeron más de un 70% en el sector de la peletería entre 1985 y 1990.

En 1994, Calvin Klein anunció que dejaría de utilizar pieles, y ese mismo año, la modelo Cindy Crawford apareció en la portada de la revista New York con un sombrero de piel falsa en el que podía leerse un mensaje anti-pieles.

Otras acciones llevadas a cabo por activistas en algunos países ha sido la liberación de visones de granjas peleteras, lo que ha servido para que desde el ecologismo o desde la propia industria se haya culpado a los animalistas de la expansión de los visones americanos. Sin embargo, esta no ha sido la principal forma de activismo contra las pieles y las asociaciones de defensa animal siempre han preferido otro tipo de acciones. A día de hoy, el movimiento animalista reconoce que esta estrategia es ineficaz y no soluciona el problema de la producción de pieles.

¿En qué situación se encuentra la peletería?

En las últimas décadas, la industria peletera ha tenido altibajos, pero todavía genera 40000 millones de dólares anualmente, según la International Fur Trade Federation. Cada año, el sector se lleva por delante la vida de 50 millones de animales.

Muchos países han prohibido o han puesto límites las granjas peleteras. España, por el momento, no ha dado ningún paso al respecto. En los últimos años, incluso han aumentado, ya que los productores buscan lugares donde esta actividad sea legal.

Socialmente, las pieles han generado mucha controversia desde aquellas primeras campañas contra la peletería, que en gran medida, ha estado destinada a un consumo de lujo, aunque su aceptación ha ido disminuyendo. Hoy, muchas de las grandes marcas y diseñadores del lujo han optado por prescindir de estos tejidos. Es el caso de Prada, Chanel, Stella MacCartney, Ralph Lauren, Gucci, Balenciaga, Bottega Venata, Alexander McQueen, Armani, Adolfo Domínguez, Victoria Beckam o Hugo Boss. Algunas firmas, sin embargo, siguen utilizando otros tejidos de origen animal, como la lana o la lana de angora.

En Gran Bretaña, en 2019 se anunció que la reina Isabel II (1926-2022) pasaría a utilizar alternativas sintéticas.

Por su parte, la revista de moda Elle mantiene su compromiso de no anunciar moda hecha con piel en sus páginas.

FUENTES CONSULTADAS

Adda (2010). Brigitte Bardot. Adda Revista.

Campos, J.C. (s.f.). La historia de la piel, la curtición, sus procesos, productos y el calzado. Química Internacional para el Curtido.

Casamitjana, J. (2023). Los avances internacionales para la abolición de la industria peletera. Bueno y Vegano.

Estévez, M. (2020). PETA pone fin a 30 años de campaña contra la peletería. ABC.

Jana, R. (2021). Las pieles de animales y la moda: Crónica de una muerte anunciada. Vogue.

Mairongo, A. J. y Rodríguez, M. F. (2021). Pieles con historia: es la incidencia moral de la moda. Corporación Unificada Nacional de Educación Superior CUN.

Tafalla, M. (2019). Estética, peletería y extinción de especies. El visón europeo como ejemplo. Azafea: Revista De Filosofía21(1), 103–127.

Odriozola, A. (2016). Pieles sí VS Pieles no: El debate más incómodo de la moda. Glamour.

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