Desconocimiento

Ya he contado en un post anterior una anécdota personal en la que una conocida me comentó que mi alimentación vegana es demasiado restrictiva y que hace que me limite mucho a la hora de comer. A eso le respondí que puedo comer mucha más variedad de lo que la gente piensa: frutas, verduras, cereales, semillas, frutos secos o legumbres, y esta persona me respondió: «eso es todo lo mismo». Y aunque ya hace años desde este suceso, me siguen sorprendiendo este tipo de contestaciones. Sigo sorprendida de las falsas creencias que aún tiene mucha gente de mi entorno, y a nivel general, e incluso personas vegetarianas concienciadas que no se atreven a dar el paso al veganismo por falsos mitos.

Lo cierto es que los grupos de alimentos, para una buena parte de la sociedad, son: carne, pescado, lácteos y verduras (donde engloban también las frutas, las legumbres, los cereales, las semillas o los frutos secos). La industria de los productos de origen animal ha conseguido su objetivo de que los alimentos que produce sean considerados de gran importancia y necesarios para sobrevivir. Y a muchas personas les cuesta creer que los frutos secos o las semillas también son nutritivos, y que la carne o el pescado son productos de los que se puede prescindir fácilmente, sin que eso conlleve problemas de salud. A veces, sucede incluso lo contrario: reducir el consumo de carne es bueno y recomendable, y eliminarlo al cien por cien no significa enfermar.

Aún así, también hay quienes equiparan a una persona que únicamente come carne con una persona que únicamente come vegetales, como ejemplos de dietas poco saludables, sin percatarse de la amplia variedad de alimentos de origen vegetal que existen, muchos de ellos desconocidos en nuestra cultura y cada uno con sus diferencias en nutrientes, sabores, texturas… No podemos decir lo mismo de la carne.

Todos son médicos

Una de las primeras frases que leí cuando me hice vegana fue: «cuando das este paso, todo el mundo a tu alrededor es médico«. Y es totalmente cierto. Cuando comentas que eres vegana, o incluso vegetariana, las personas de tu entorno presumen de su sabiduría en medicina y nutrición y te darán consejos para que huyas de esa idea y vuelvas a tu dieta omnívora anterior. Da igual si cenabas todas las noches una hamburguesa o una pizza. Lo preocupante es que ahora solo comes vegetales. De hecho, en mi caso era así. Antes de hacerme vegana, en mi etapa en el instituto, vivía en un internado. La comida que hacían allí no me gustaba demasiado, y además había que hacer largas colas para recoger la cena, por lo que casi todos los días me decantaba por pedir una hamburguesa en el bar de al lado. En aquel momento, nunca nadie me dijo nada de lo peligroso que es para la salud cenar esto prácticamente cada día de la semana. Eso sí, años después, cuando me hice vegana, todo el mundo estaba muy preocupado porque podría tener anemia, porque no podría obtener proteínas, porque estoy muy delgada (y siempre lo he estado, pero antes no parecía ser un problema), o porque mi dieta es restrictiva.

Sin embargo, estas personas con este tipo de pensamientos no tienen ninguna formación en nutrición. Sus únicos conocimientos en este ámbito proceden de la publicidad que dice que la leche tiene calcio y contribuye al desarrollo de los huesos. Pero jamás han leído un libro sobre este tema, ni se plantean hacerlo, y por supuesto tampoco se van a informar de los beneficios de la dieta basada en plantas. Y sus comentarios denotan un claro desconocimiento sobre aspectos como los diferentes tipos de nutrientes y grupos de alimentos, e incluso sobre la dieta mediterránea que tanto defienden pero que tampoco siguen. Yo tampoco soy nutricionista, ni profesional de la medicina, por lo que lo que escribo en este post lo hago en función de mi experiencia personal, de los pocos conocimientos que he adquirido y desde mi opinión.

La población vegana, en términos generales, suele estar mucho más informada de cuestiones de nutrición y de salud. Puede que algunas personas veganas se cuiden más y otras menos, porque la esencia del movimiento son los animales, pero por norma, casi siempre han leído sobre los alimentos, saben diferenciar las etiquetas en los envases de los diferentes productos y conocen lo equilibrados o no que son sus platos. ¿Cuántas personas omnívoras saben esto? Me atrevería a decir que muy pocas.

Mitos entre la población plant-based

En ocasiones, personas que llevan una alimentación plant-based también caen en falsas creencias. Por lo que he observado, estas personas casi siempre llegan al veganismo por cuestiones de salud o por la preocupación por adelgazar. Puede que lleguen a informarse sobre la cuestión antiespecista o puede que no. El problema es que muchas de ellas abandonan la dieta plant-based, precisamente porque consideran que les ha acarreado consecuencias negativas. Y no es para menos, ya que a veces se trata de personas que basan su alimentación en batidos de vegetales, llegando incluso a sustituir comidas enteras por estos batidos, con la creencia de que van a desintoxicar su organismo. También promueven ayunos o no utilizar aceite, por ejemplo. No soy quien para juzgarlas, pero sí puedo recomendar a todo aquel que quiera empezar una alimentación vegana por cuestiones de salud, o por adelgazar, que se asesore con un nutricionista y que no se crea cualquier milagro que ve por Internet.

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