Desde su extinción, hace ya 85 años, el tigre de Tasmania ha ocupado, de vez en cuando, los titulares de medios de comunicación de todo el mundo, ya fuese por supuestos avistamientos o por nuevas investigaciones con respecto a esta especie. Recientemente, este sorprendente animal que, desgraciadamente, ya no podemos contemplar vivo, ha vuelto a ser noticia. Esta vez porque por primera vez, hemos podido verlo en color gracias al trabajo del francés Samuel François-Steininger, quien ha coloreado un vídeo originalmente en blanco y negro del último individuo conocido de esta especie.
¿Cómo era el tigre de Tasmania?
El tigre de Tasmania, también denominado lobo marsupial o tilacino, era una de las especies características de la isla de Tasmania en el siglo XIX, aunque en tiempos anteriores también se localizaba en Australia y Nueva Guinea, lugares de donde desapareció hace aproximadamente 2000 años. A partir del siglo XX, en pocas décadas, la especie acabó extinguiéndose debido a la acción del ser humano, entre otras causas que pudieron influir.
Este animal ha sido descrito como un marsupial carnívoro de aspecto similar a un perro o un lobo, alargado y con rayas en el lomo, depredador aunque de carácter tranquilo, y con un peso de entre 20 y 30 kilos de adulto. Antes de su extinción, cada vez era menos común encontrarse con tigres de Tasmania en la isla, único lugar donde perduraban, lo cual hizo que diferentes museos del mundo se interesaran por adquirir ejemplares disecados o partes de estos, como si de dinosaurios se tratase. Es por ello que, a día de hoy, se trata de uno de los animales extintos con más individuos conservados.
La persecución del ser humano a los tigres de Tasmania comenzó cuando los ganaderos acusaron a estos animales de ataques a ovejas, como en la actualidad se acusa de esto mismo a los lobos. Más tarde, se comprobó que difícilmente los tigres de Tasmania podían atacar rebaños de ovejas, porque su alimentación se basaba en animales de un tamaño más pequeño, como el wallabí. La llegada de enfermedades y la aparición de perros salvajes en la isla de Tasmania también contribuyeron a su desaparición, así como la expansión de los propios humanos.
Extinción
El animal se extinguió, finalmente, en 1936, y aunque diversos factores intervinieron en este hecho, lo cierto es que la caza y el acoso por parte de los seres humanos, que a día de hoy también sufren otras especies, fue una de las causas principales.
El penúltimo tilacino que permaneció en cautiverio falleció en 1931 en el zoo de Lóndres, y el último tigre de Tasmania conocido, Benjamin, murió cautivo en el zoológico de Hobart , capital de Tasmania, el 7 de septiembre de 1936, jornada en que hoy se conmemora el Día Nacional de las Especies Amenazadas en Australia. Benjamín había sido capturado por un agricultor pocos años antes de su fallecimiento, y aquel mismo 1936, poco antes de la muerte de Benjamin, el estado australiano había declarado a la especie como protegida, pero ya era demasiado tarde. Sin embargo, para que una especie se considere extinta han de pasar años para comprobar que no quedan individuos salvajes. Es por ello que el tigre de Tasmania no se declaró extinto hasta 1986, 50 años después de la muerte de Benjamin.
Investigaciones recientes
Investigaciones recientes como las que han analizado el genoma del tigre de Tasmania indican que, si la especie hubiese sobrevivido, tal vez se enfrentaría a problemas biológicos similares a los que sufre el diablo de Tasmania, por su dificultad para superar ciertas enfermedades.
En los últimos años, hay quienes afirman haber avistado tigres de Tasmania, no solo en la isla, sino también en Australia, aunque parece muy poco probable que después de 2000 años sin evidencias de su presencia en este país pueda seguir existiendo. Además, en otras ocasiones, algunas personas aseguraron haber visto tigres de Tasmania tras haberlos confundido, desde lejos, con perros o dingos.
Recientemente, el francés Samuel François-Steininger ha coloreado un vídeo en blanco y negro en el que aparecen imágenes de Benjamin en el zoo de Hobart, en 1933. Estas imágenes fueron filmadas por David Fleay y se pueden ver en este vídeo.
FUENTES
El Mundo (09/09/2021). El último tigre de Tasmania, extinguido hace 85 años, reaparece a todo color.
Hannink, N. (13/01/2018). Secretos más allá de la extinción: el tigre de Tasmania. El País.
Madridejos, A. (02/04/2017). El «regreso» del tigre de Tasmania. El Periódico.
Rodríguez, H. (25/05/2020). Benjamin, el último tigre de Tasmania. National Geographic.
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