Con este calor, lo único que apetece es comer comida fresquita. Yo ya he pasado de mis platos de legumbres de cuchara a mis ensaladas de garbanzos, y no quiere decir que no me guste comer guisos en esta época del año, porque lo cierto es que me sigue encantando, pero también es cierto que agradezco llegar a casa y comer algo fresco. Además, me ahorro el tiempo de tener que calentarlo cuando vengo del trabajo, no solo porque no tengo mucho rato para comer, sino también porque en verano me da más pereza cocinar.
En el pueblo, esta es época de un montón de frutas y verduras de temporada que me llenan la nevera a partir de julio. Hasta septiembre u octubre, no volveré a comprar pimientos, tomates o calabacines, entre muchas otras hortalizas, porque no me caben más en casa. Por eso, hoy he querido recopilar los 10 alimentos veganos que considero imprescindibles en verano. Y sí, son todos frutas y verduras. Nada raro, ni excesivamente caro, ni difícil de conseguir.
- Sandía. Si hay una fruta que representa al verano es la sandía. Fresca, dulce y llena de agua para hidratarnos. En el huerto, no siempre acertamos y hay veces que las cogemos antes de madurar o cuando están algo pasadas, pero son un auténtico placer cuando están en su punto.
- Melón. Junto con la sandía, son las dos grandes frutas del verano. Últimamente, a mí me gusta incluso más el melón, y a diferencia de otras frutas, me gusta bastante maduro, cuando más dulce está, aunque tampoco pasado, eso sí. Este verano ya he perdido la cuenta de los que he devorado.
- Tomate. No puedo preparar una ensalada sin tomate en verano, pero es que además esta es la época de las salsas de esta hortaliza. También lo como para desayunar o para merendar en tostadas, con aceite de oliva, un poco de sal y orégano. Es una opción más de alimentos frescos, aunque también se pueden comer calientes en alguna receta y son igualmente deliciosos.
- Pimientos. En verano, reconozco que abuso de los pimientos fritos. Me encantan sobre todo para cenar, y me sacan de la falta de creatividad muchos días. Por supuesto, también se pueden comer crudos en ensaladas, aunque en este caso, a mí me gustan más cocinados.
- Berenjena. Mi verdura favorita no puede faltar en ningún momento del año, pero especialmente en verano, que es cuando están de temporada. Rebozadas, con verduras, gratinadas o de mil formas más, las berenjenas me dan la vida.
- Calabacín. La otra gran verdura del verano. Se puede cocinar prácticamente igual que las berenjenas, aunque hay quienes lo comen crudo (yo soy incapaz, no me gusta). Este año me planteo el reto de veganizar el típico revuelto de calabacín con huevo que hace mi madre muchas noches de verano para cenar, porque la tortilla de calabacín ya es un reto superado.
- Remolacha. La remolacha es otra gran aliada para hacer unas buenas ensaladas frescas, y el verano es su temporada, así que es la mejor época para comerla. El sabor que aporta, además, le da un toque especial a cualquier plato y con ella se pueden preparar deliciosas salsas de color rosa.
- Piña. La piña no es de temporada en los meses de verano, pero a mí me encanta comerla en este período porque, al igual que la sandía y el melón, es muy refrescante. Además, se puede hacer al horno con canela y está de lujo. También puede usarse en batidos y zumos.
- Lechuga. El único alimento que comemos las personas veganas está de temporada, así que no podemos perder la oportunidad de acudir al supermercado o a nuestro huerto a recoger algunas antes de que sea tarde. Obviamente, estoy ironizando, podemos vivir perfectamente sin lechuga y sin añadir este ingrediente a las ensaladas, pero ya de hacerlo, no hay mejor momento que el verano.
- Acelgas. Termino el top ten con otra verdura de color verde. Las acelgas también están de temporada, y de ellas se puede comer tanto la hoja, como el tallo en diferentes recetas, tanto cocinadas como crudas, aunque a mí me gustan mucho más cocinadas y con una buena salsa. Esta verdura me recuerda muchísimo al verano.