Historia: Copito de Nieve, un gorila cautivo

Seguramente, la mayoría de nosotros recordamos a Copito de Nieve, el gorila blanco del zoo de Barcelona. Yo tenía siete años cuando murió, pero me acuerdo de él perfectamente, y no porque hubiese ido al zoológico donde era la principal atracción, sino porque era tan famoso que inevitablemente, había oído hablar de él, aunque probablemente las generaciones anteriores lo recuerden aún más. Por aquel entonces, me hubiese encantado conocerlo (y de hecho, cuando me preguntaban cuál era mi animal favorito, siempre decía que eran los monos), claro que nadie me había contado su triste historia, y tampoco sabía que los zoológicos son cárceles para los animales.

En la década de 1950, Guinea Ecuatorial (África) todavía era una colonia española. En este contexto, algunos cazadores catalanes acudían allí en busca de sus trofeos y ciertas familias burguesas se aprovechaban de los recursos de la colonia (café, cacao o madera) para hacer negocio. En 1959, el Ayuntamiento de Barcelona creó el Centro de Experimentación y Aclimatación de Ikunde, en la selva guineana, cuya iniciativa partió de Antoni Jonch (1916-1992), director del zoo de la ciudad catalana en aquellos años, y de August Panyella (1921-1999), director del Museo Etnológico. Al mando del centro de Ikunde se puso al naturalista Jordi Sabater Pi (1922-2009), quien destaca por su labor de estudio de diferentes especies, entre ellas primates como los chimpancés. De hecho, junto con Jane Goodall, Jordi Sabater Pi descubrió que estos utilizan herramientas. Ya en el siglo XXI, mostró su aprobación al proyecto Gran Simio.

Sin embargo, en el citado centro de Ikunde, se mantenía, en aquellos años del franquismo, a diferentes animales capturados en su hábitat natural, la selva, antes de ser enviados al zoo de Barcelona o ser vendidos a otras entidades.

Copito de Nieve

El 1 de octubre de 1966, unos agricultores asesinaron a una familia de gorilas, práctica habitual, pues se acusaba a estos primates de comerse sus plantaciones de café y plátanos de la selva de Nkó, en dicho país. Una de esas gorilas era la madre de Copito de Nieve, que fue localizado abrazando el cuerpo de su esta, a sus espaldas, cuando ya estaba muerta. En aquel momento, el pequeño contaría con dos o tres años de edad, los únicos en los que fue libre. Su color blanco, causa de la falta de melanina, debió llamar la atención de aquellos agricultores, pues nunca antes se había visto (ni se ha vuelto a ver) un gorila albino (sí otros primates albinos y animales de otras especies que presentan esta característica, los cuales han sido tanto venerados como rechazados por diferentes culturas). Uno de los cazadores, Benito Mañé, se llevó a la cría y posteriormente, la vendió a Jordi Sabater Pi por 15000 pesetas.

La mayoría de las fuentes afirman que si esa venta no se hubiese producido, Copito de Nieve habría acabado siendo comido por la población local, como otros gorilas. Quizá su color blanco le salvó de la muerte, pero no de una vida de cautiverio.

El gorila fue trasladado al centro de Ikunde, pero un mes después, el 1 de noviembre, llegó a Barcelona. Allí pasó el resto de su vida, cautivo en el zoológico. Curiosamente, su comprador, Jordi Sabater Pi, declaró años después, en 1998, durante una entrevista que «algún día la humanidad será juzgada severamente por haber encerrado primates en los zoológicos. Nuestros nietos no podrán comprender por qué lo hicimos. Piense que ahora vemos la esclavitud como una cosa terrible, pero en su época estaba bien vista».

Prácticamente desde su legada a Barcelona, el gorila albino acaparó numerosas portadas en medios de comunicación de todo el mundo, y se convirtió en la principal atracción del zoo de la ciudad. Su fama era tal que incluso hubo ofertas de entes internacionales para comprar al animal, algo que finalmente no se produjo. Murió el 24 de noviembre de 2003, tras practicarle la eutanasia, a causa del cáncer de piel que padecía y que se le había detectado pocos años antes.

Copito de Nieve estuvo 36 años en el zoo de Barcelona, toda una vida. En todo ese tiempo, tuvo 21 hijos. Para la dirección del zoo, quizá era importante que el gorila albino tuviese descendencia, con la esperanza de que alguna de sus crías fuese también blanca y convertirla en un reclamo para atraer visitantes, algo que el propio zoológico niega en su página web.

Durante años, se ha dicho que el zoo de Barcelona fue una salvación para Copito de Nieve. Hoy sabemos que hay otras opciones para animales víctimas de la caza o simplemente, víctimas del ser humano. Es el caso de Alba, la primera orangután albina conocida, que fue hallada en 2017, en una jaula y malnutrida, pero que posteriormente fue liberada en la selva, si bien es cierto que también hemos de entender que el contexto de los años 60 era diferente, y además de eso, siempre ha habido quienes han intentado hacer negocio de ciertos animales con alguna característica concreta.

Años después de la captura del único gorila albino conocido hasta la fecha, el furtivismo sigue siendo una lacra en África, muchas veces con la única finalidad de conseguir un trofeo a costa de una vida.

FUENTES

20 Minutos (2018). Alba, la primera orangután albina conocida, ha sido liberada en la selva de Indonesia.

Alcalde, J. (1998). Jordi Sabater Pi: «Los chimpancés son conscientes de su parentesco con el hombre». Muy Interesante.

Antón, J. (2009). Jordi Sabater Pi, el hombre a la sombra del gorila blanco. El País.

Barcelona.cat (2016). Ikunde: Barcelona, metrópoli colonial.

Blanco, L. (2016). El lado oscuro de Copito de Nieve. El Mundo.

Cope (2021). Copito de Nieve: el origen de su nombre, por qué sus hijos no son albinos y su trágica muerte.

Cultura Vegana (2020). La verdad sobre Copito de Nieve.

De La Nuez, D. Copito de Nieve, el gorila albino. Vix.

El Mundo (2003). «Copito de Nieve», el único gorila albino del mundo.

Nerín, G. (2016). Ikunde, cuando Barcelona colonizaba Guinea. El Nacional.

Ramos, P. Jordi Sabater Pi, el científico a la sombra de Copito de Nieve. Cualia.

Zoo de Barcelona. Copito de Nieve.

Imagen de la cabecera: Zoo de Barcelona

4 comentarios sobre “Historia: Copito de Nieve, un gorila cautivo

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