Jane Goodall, Dian Fossey y Birutè Galdikas son tres primatólogas más que reconocidas, cada una de ellas especializada en un primate: gorilas, chimpancés u orangutanes. Su trabajo ha sido fundamental para la etología y la forma de estudiar el comportamiento de los simios. Por eso hoy quiero acercarme un poco más a estas tres mujeres que han demostrado que se puede estudiar a los animales sin ocasionarles ningún daño. Al final del todo, encontrarás algunos artículos citados que te serán de utilidad si quieres saber más sobre ellas.
Jane Goodall
Sobre Jane Goodall ya hablé en una entrada anterior que escribí tras leer Aprender de los chimpancés. Goodall nació el 3 de abril de 1934 en Londres, y pasó su infancia y juventud en la casa familiar de Bournemouth, durante la posguerra. Ya desde pequeña, tuvo contacto directo con los animales y a sus 23 años viajó a Kenia para trabajar con el antropólogo Louis Leakey (1903-1972). En 1960, este la envió a Gombe (Tanzania) para investigar a los chimpancés, donde viajó acompañada de su madre.
El mundo ha conocido su trabajo gracias a documentales como los de National Geographic, y para la ciencia, sus investigaciones han sido toda una revolución. Jane Goodall ha estudiado el uso de herramientas por los chimpancés, su estructura social, las guerras entre grupos, su crianza o su altruismo, entre muchas otras facetas de estos animales, antes totalmente desconocidas en la primatología.
Hoy, el Instituto Jane Goodall continúa su legado y la propia primatóloga sigue haciendo sus aportaciones y continúa defendiendo a los chimpancés y la conservación de los ecosistemas, así como la necesidad de dar un salto hacia una sociedad más sostenible. Goodall ha publicado casi una treintena de libros, incontables artículos científicos y producciones audiovisuales, por lo que estudiar todo su trabajo es una tarea exhaustiva. También ha ganado varios premios podemos verla en numerosas entrevistas y reportajes sobre su vida e investigación.

Dian Fossey
Dian Fossey (1932-1985) dedicó su vida al estudio de los gorilas. Nació en San Francisco, y tras leer al investigador George Schaller, se sintió atraída por el continente africano y por estos grandes simios. Fossey viajó por primera vez a África en 1963, donde conoció al ya citado Louis Leakey. Más tarde, se dedicó al estudio de los gorilas en El Congo, pero la inestabilidad política del país la obligó a trasladarse a Ruanda, donde creó el Karisoke Research Center, que comenzó a funcionar en 1967 y cesó su actividad en 1980.
Sin embargo, los cazadores furtivos pronto se convirtieron en enemigos para ella, ya que no aceptaban su trabajo con los primates. Además, en los primeros años de sus investigaciones, estaba sola, pero sus estudios acabaron demostrando que los gorilas no eran las criaturas peligrosas que las personas imaginaban. Pero las tensiones con los cazadores furtivos, e incluso con el propio Gobierno de Ruanda, aumentaron. El asesinato del gorila Digit, a manos de los primeros, no contribuyó a mejorar la situación. Fossey y este gorila habían entablado un vínculo muy especial, y a raíz del suceso, Dian Fossey creó la Fundación Digit, para seguir ayudando a estos animales, pero la muerte del animal le había afectado mucho.
En 1983, la primatóloga publicó el libro Gorilas en la niebla, que fue adaptado al cine cinco años después. A finales de 1985, Dian Fossey fue asesinada en su cabaña, y los acontecimientos todavía siguen siendo un misterio sin resolver. Décadas después, los gorilas son una especie en peligro de extinción.

Birutè Galdikas
Si los chimpancés y los gorilas encontraron auténticas defensoras en las dos investigadoras anteriores, los orangutanes han tenido la misma suerte con Birutè Galdikas, nacida en Alemania en 1946, aunque creció en Toronto (Canadá). Desde muy joven, se interesó por los animales y a finales de los años 60, decidió que quería dedicarse al estudio de los orangutanes. Así, consiguió la financiación que necesitaba para instalarse en Borneo e investigar a estos primates.
Anteriormente, los orangutanes solo habían podido ser estudiados en cautividad, por la dificultad de observarlos en libertad, pero Birutè Galdikas fue capaz de enseñar a ejemplares cautivos a vivir en su hábitat natural, ya en la década de 1970. De hecho, la investigadora ha centrado sus esfuerzos en rescatar orangutanes cautivos por humanos o pertenecientes a circos para devolverlos a la naturaleza de la que nunca debieron salir. También ha sido capaz de sacar relevantes conclusiones sobre estos animales y su comportamiento respetando su forma de ser, solitarios y difíciles de ver cuando hay humanos cerca.
Galdikas ha desvelado a la ciencia cómo se alimentan estos animales, lo inteligentes que son o cuáles son sus cobijos favoritos. La primatóloga también ha librado su batalla contra los cazadores furtivos que matan a las madres para quedarse con las crías y venderlas en el tráfico ilegal de especies. Además, ha comprobado las nefastas consecuencias de la cautividad en estos animales y se ha mostrado crítica con la problemática del aceite de palma, que tanto afecta a los primates en Indonesia.

FUENTES CONSULTADAS
Instituto Jane Goodall (s.f.). Biografía de Jane Goodall.
Martínez, C. (s.f.). Las primeras primatólogas III: Birute Galdikas, una amiga para los tímidos orangutanes de Borneo. Mujeres con ciencia.
Sadurní, J. M. (2021). Dian Fossey, la defensora de los gorilas. National Geographic.
Un comentario en “La primatología tiene nombre de mujer”