Cancelan un concurso en el que los niños mataban gatos ferales por dinero en Nueva Zelanda

El ganador sería el menor que lograra cazar a un mayor número de felinos

Un concurso consistente en que los menores de 14 años mataran gatos ferales en Nueva Zelanda ya no se celebrará tras las denuncias de colectivos animalistas. Los niños recibían dinero en metálico como premio, y el ganador era el que lograra cazar más felinos.

Ideado por la North Canterbury Hunting Competition (NCHC), sus impulsores pretendían repartir unos 150 dólares en el evento que pretendían celebrar a finales de junio de 2023. El ganador se proclamaría una vez finalizado el recuento de cadáveres. Si los niños cazaban a un gato con microchip (probablemente con un propietario), este no sería contabilizado.

De haberse celebrado el concurso, esta no sería la primera vez que los niños participan en un evento de este tipo, pues ya se han organizado cacerías de ciervos, jabalíes o liebres para menores de edad.

En un comunicado, la NCHC ha mostrado su decepción al tener que cancelar el concurso de caza de gatos. «Se ha tomado la decisión para evitar más reacciones», han señalado. También han defendido su imagen como supuestos defensores de las especies: «Estamos decepcionados y pedimos disculpas a quienes estaban entusiasmados por participar en algo que tiene que ver con la protección de las aves autóctonas y otras especies vulnerables». Los organizadores también han reiterado que de haberse celebrado el concurso, los participantes estarían obligados a cumplir las leyes de armas de fuego y bienestar animal.

Entre los motivos para cancelar el evento, la organización señala las amenazas de los activistas animalistas, que consideran compromete la seguridad de los participantes.

Gatos en las calles de Nueva Zelanda

En Nueva Zelanda, los gatos ferales están clasificados como plagas y se consideran una amenaza para la biodiversidad ante las leyes, por acabar supuestamente con la vida de 1’1 millones de aves y otras especies cada año. La propia Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales del país ha reconocido que a veces es necesario «sacrificar a los gatos callejeros».

Las entidades de defensa animal defienden que hay formas más éticas de controlar las poblaciones de estos felinos y que su gestión debe depender de personas cualificadas para minimizar el sufrimiento de los animales.

Uno de esos métodos éticos es el CER (captura, esterilización y retorno), que consiste en esterilizar a los gatos para que no se reproduzcan, con el fin último de disminuir al mínimo el número de felinos en las calles.

Fuente: Plant Based News.