Cuando te conviertes en una persona vegana, es normal pasar por una fase de cierto rechazo hacia las acciones de los demás, en el ámbito de su consumo. Una vez que descubres la realidad sobre la explotación animal, es difícil comprender cómo el resto del mundo sigue comiendo carne, vistiendo con lana, utilizando cosmética testada en animales o tomando lácteos; y cuando tratas de explicar a otros acerca de esa realidad, muchas veces se lo toman como un ataque y acaba en discusión.
En los últimas años, desde que me hice vegana he aprendido muchas cosas, y una de ellas es cómo responder a los demás cuando sale el tema del veganismo y, sobre todo, he aprendido a no contestar con frases como «estás comiendo cadáveres», «la carne que comes es carroña», «eres un asesino o cómplice de asesinato», etc., porque detrás del consumo de carne hay un trasfondo que tiene que ver con el sistema en que vivimos, con nuestras costumbres y con nuestras creencias. En realidad, nunca se me ha ocurrido tildar a alguien de asesino por cocinar carne o por acudir a una corrida de toros, y teniendo en cuenta que la mayoría de la gente a nuestro alrededor come carne, además de erróneo, me parece que no podemos ir por la vida utilizando esa palabra para referirnos a los demás. Pero sí he utilizado palabras como «cadáveres» o «carroña» en mis conversaciones con otras personas, y me ha quedado muy claro que es contraproducente y que no es la forma más adecuada para hacer que alguien se acerque al veganismo.
Si queremos más veganos y veganas, ataquemos menos a los demás y utilicemos más la empatía de la que tanto presumimos. Esto también es aplicable cuando hablamos con otras personas veganas, un tema que ya he tratado anteriormente, pero que me gustaría volver a traer a colación porque no deje de ver, en algunas redes sociales, cómo unos veganos (o que dicen serlo), bajo perfiles anónimos, dedican todas y cada una de sus palabras a meterse con otros veganos, muchas veces personas conocidas o con muchos seguidores, lo que me hace pensar que realmente las críticas vienen por tener seguidores y cualquier palabra que digan en público será motivo para continuar con dichas críticas, totalmente infundadas.
Lo que más me entristece es ver cómo hay personas que realmente dedican su vida a salvar y cuidar a los animales, que han hecho y harán más de lo que muchos veganos haremos en toda nuestra existencia por estos, pero que son el blanco de ciertos perfiles (supuestamente también veganos). Y con este tipo de gente que dedica tanto esfuerzo a atacar a los demás, incluso a quienes luchan por lo mismo, creo que el movimiento no puede avanzar y, de hecho, contribuyen a formar una imagen negativa de este en la mentalidad de terceras personas. Por suerte, otros somos más coherentes y tenemos empatía.