Los gatos son auténticos depredadores, y esta es una de las razones por las que algunos ecologistas odian a estos animales, acusándolos injustamente de acabar con la población de otras especies como roedores, algunas aves o insectos en los lugares donde hay colonias felinas. Ahora bien, si hay un culpable de que un gato callejero ataque a una rata, ese es el ser humano, principal responsable de la existencia de colonias felinas en las ciudades, y si realmente esto ocasiona problemas relacionados con la diversidad en la fauna urbana, las soluciones que deben buscarse han de se éticas. Recalco esto porque realmente veo mucho odio hacia los gatos, tanto en redes sociales como en conversaciones que escucho.
Luego están los que deciden que uno o varios gatos son el aliado perfecto para acabar con los ratones de su finca o de un local de su propiedad; o para acabar con las aves que se comen el pienso de sus gallinas o de cualquier otro animal considerado de consumo, quienes llegan incluso a privar de alimento a los felinos porque creen falsamente que si les dan comida no cazarán ratones, como si los animales perdieran sus instintos cuando dependen del ser humano para sobrevivir.
Ambas actitudes me parecen injustificadas, pero es cierto que los animales, aunque sean domésticos, conservan sus instintos, y cazar es uno de ellos, en el caso de gatos o perros. En este sentido, hoy me gustaría reflexionar sobre esta cuestión y preguntarme cómo actuar en el caso de que mi gata me traiga un pájaro a casa, algo que seguramente a muchos ya les habrá pasado.
Mi gata solo tiene siete meses y apenas ha salido al exterior desde que está conmigo, por lo que nunca ha cazado ningún pájaro ni ningún ratón, pero cuando ve aves desde la ventana, se queda mirándolas fijamente como si fueran una presa para ella. Además, cada vez que se cuela algún insecto dentro de casa, no escapa de sus zarpas. ¿Cómo actúo yo en estos casos? Pues aunque haya a quienes les parezca una locura, yo trato de salvar al insecto y sacarlo de casa de la misma manera que entró, porque cuando un animal tiene cubiertas sus necesidades de supervivencia, sus instintos depredadores carecen de sentido. También existe la otra visión, la de dejar a los animales que sigan sus instintos y no impedirles que maten a otro animal, con la que no estoy para nada de acuerdo en el caso de perros y gatos.
Con las perras que he tenido, las cosas han ido todavía más allá de perseguir insectos. Y aunque suene duro, voy a contar algunas de mis experiencias, las cuales, creedme, me gustaría no haber vivido. Hace años, apareció cada una de las perras con un pollito en la boca; en otra ocasión, debieron encontrar alguna camada de gatitos y la escena se repitió con dos de estos pequeños felinos. Yo era pequeña, pero traté de convencer a mi madre para que no las dejara sueltas por las calles del pueblo, lo cual me parece una irresponsabilidad, y sobre todo teniendo en cuenta que pueden darse situaciones como las que he narrado. Desde entonces, ninguno de los perros que he tenido ha salido sin correa a la calle, y únicamente los soltamos cuando están en el campo, siempre que no haya carreteras cerca.
Pero desde luego, si yo hubiese estado presente, habría impedido que esos gatitos o esos pollitos hubiesen muerto, aunque tampoco habría reñido a mis perras por lo ocurrido. Así lo hice en otra ocasión, cuando una de ellas trató de cazar a un pequeño ratón. Rápidamente me la llevé de ese lugar y el roedor corrió y pudo salvarse.
Seguramente, otras personas con animales domésticos han tenido experiencias similares. Creo que ya he dejado clara mi postura al respecto: instintos como el de la caza pierden sentido cuando un perro o un gato tienen cubiertas sus necesidades de supervivencia, responsabilidad del ser humano que los atiende. Una responsabilidad como debería serlo la de salvar y atender a cualquier animal de otra especie que, en un descuido, en una salida o por cualquier motivo sea considerado una presa para ese perro o ese gato.
P.D. Dejad de preguntarme si no me dan pena esas cebras cazadas por leones o esos ratones cazados por gatos. Ser vegana no va de eso.
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