¿Qué harían los amantes de la carne sin especias o condimentos? La mayoría de las veces no comerían este alimento, o no disfrutarían de la misma manera de las comidas. Es por eso que a veces no hay que complicarse demasiado para conseguir un sabor igual o muy similar al de los productos cárnicos en alternativas vegetales.
De hecho, podemos comer la mayoría de los vegetales crudos sin asquearnos, pero no ocurre lo mismo con la carne. Sí o sí, es necesario cocinarla para esté rica. Y no nos vamos a engañar, también muchos vegetales se disfrutan más cocinados que crudos, gracias a los condimentos. Lo que ocurre con los productos cárnicos es que tal vez no nos gusten estos en sí, sino las salsas o especias con las que se cocinan en platos que suelen estar acompañados de vegetales. Esos condimentos son, casi siempre, de origen vegetal.
A día de hoy, podemos comernos unas lentejas con chorizo sin necesidad de añadir un trozo de chorizo (o al menos no de cerdo). Pero no solo podemos usar chorizo vegano, sino que podemos conseguir el mismo sabor de esas tradicionales lentejas simplemente con una cucharadita de pimentón y un buen sofrito. También podemos hacer cualquier guiso, cualquier salsa o cualquier tipo de carne sin necesidad de usar trozos de cuerpos de animales. Por ejemplo, unas albóndigas al vino blanco, unas hamburguesas o un pisto con carne picada.
Y es que esa salsa de vino blanco que da ese sabor tan característico a nuestros platos de albóndigas no se consigue con esos trozos de carne en forma de bola; y ese pisto se logra con berenjenas, salsa de tomate y especias. Y también ese arroz con leche puede hacerse perfectamente con cualquier leche vegetal, que el sabor se lo va a dar la canela, el azúcar y el limón.
Llegados a este punto, algunos dirán que un filete de ternera, una chuleta o un chuletón no se pueden sustituir, y que sabe bien con solo freírlo en aceite. Bueno, este aceite también hace su parte, al igual que esos trozos de ajo y la sal que se le añade.
Las personas veganas lo tenemos bastante fácil a la hora de conseguir sabores semejantes o prácticamente iguales a los que obteníamos anteriormente de los alimentos. Tal vez al principio cuesta un poco, porque no solemos tener mucha idea del amplio abanico de posibilidades culinarias del que disponemos, pero es que el sabor tampoco es lo más importante y una vez que hemos tomado la decisión, no van a poder más unas albóndigas en salsa de vino tinto que nuestros valores.
Ser vegano es disfrutar de la comida, pero sobre todo, tener la conciencia tranquila.
Un comentario en “En realidad, no te gusta el sabor de la carne”