¿Qué tienen en común la soja, la avena, las almendras, el alpiste, el arroz, las nueces, los anacardos o las avellanas? Todas ellas pueden dar lugar a deliciosas leches vegetales, y no solo estos ingredientes, sino también muchos otros que nos ocuparían una larga lista.
Muchas personas hemos tenido una relación complicada con las leches vegetales cuando comenzamos aprobarlas, pero a la mayoría nos ha mejorado mucho esta relación, hasta el punto de hacerla imprescindible en nuestro día a día.
¿Quieres saber más? Hoy te contamos siete datos curiosos sobre estas leches que algunos llaman bebidas vegetales, como si fueran zumos de frutas o gazpacho.
1. Tienen siglos de historia
Las civilizaciones más antiguas ya elaboraban leches con ingredientes de origen vegetal. Ya sabemos que en Asia la leche de soja tiene una larga tradición, pero en Europa ya los romanos escribieron sobre técnicas para prepararlas, e incluso recetas.
Si quieres saber más sobre la historia de las leches vegetales, tenemos todo un artículo al respecto.
2. No son una moda
Ya hemos visto que las leches vegetales tienen mucha historia detrás. Pero esta historia es continua. No son una moda que se ha rescatado en el presente tras llevar siglos olvidada, a pesar de que solo las hayamos visto en los estantes del supermercado desde hace menos de una década.
De hecho, una de las primeras leches de soja que se incorporaron al mercado europeo fue la de Plamil, en 1965, una compañía dirigida por la activista Eva Batt.
3. Son aliadas en la cocina
Puedes utilizar cualquier leche vegetal para los mismos usos que se suele usar la de vaca: para elaborar postres, para hacer el café de cada mañana o chocolate caliente, para hacer bechamel o para beber tal cual. En muchos casos, ni siquiera notarás la diferencia.
Y sí, el café con leche de soja o de arroz no sabe igual que el café con leche de vaca. ¡Sabe mejor! Si no te gusta, recuerda que tienes una gran variedad de leches vegetales para escoger la que más se asemeje a la de vaca que tomabas de pequeño con cacao soluble para desayunar. A día de hoy, ya hay en el mercado leches vegetales que imitan a la de vaca y que son idénticas en sabor. Y sin explotar animales.

4. No son agua
Hay quienes opinan que la leche de vaca es de mejor calidad que las vegetales porque estas últimas son agua. Yo también pensaba eso, e incluso llegué a decir que no compraba leche de almendras porque tienen un gran porcentaje de agua y muy poco de almendras. ¿Pero es que la leche de vaca no está también formada por agua? De hecho, el 90% de esta es agua. Como dice la nutricionista Lucía Martínez, «es lo que tienen los líquidos…»
Ahora que sabemos que como líquidos que son, las leches vegetales tienen un buen porcentaje de agua, al igual que la de vaca, ya no nos vale esta excusa para explotar animales.
5. Están en auge
El mercado de las leches vegetales ha experimentado un crecimiento de casi el 40% en los tres últimos años, y seguirá aumentando, porque cada vez están más presentes en los hogares de personas de todo el mundo. De hecho, su espacio tiende a ser mayor en el pasillo de las leches de los supermercados, restando espacio a las secreciones de vacas.
Ya sabes, no te quedes atrás y hazles un hueco en tu nevera si aún no lo has hecho.
6. La de avena es la favorita
Si el mercado de las leches vegetales está en auge, hay una que reina en el mercado: la de avena. Prueba de ello es el aumento en las ventas de esta en comparación con otras.
Y no es para menos. Su sabor más bien neutro la convierte en la opción perfecta para desengancharse de la leche de vaca. Es normal que esta sea la leche vegetal favorita de los veganos principiantes, aunque según vayas probando sabores puede que descubras opciones que incluso te gusten más.
7. Son versátiles
Existen un montón de sabores de leches vegetales, con un solo ingrediente principal o con una mezcla de ingredientes, con sabor a chocolate o a vainilla, a frutos secos… Por el contrario, la leche de vaca solo es una y aunque encontremos en el mercado diferentes variantes, jamás alcanzará la versatilidad de las leches vegetales, no solo en cuanto a sabores, sino también en cuanto a usos.