Por qué las personas veganas no usamos lana

Por qué las personas veganas no usamos lana

«Eso ya me parece demasiado radical«. Es lo que nos suelen decir a las personas veganas cuando mencionamos que además de no usar pieles de animales, tampoco utilizamos prendas de lana, al igual que cuando mencionamos que no consumimos huevos o miel. Todos estos casos son similares: para uno u otro tipo de producción se explotan animales, pero la sociedad no aprecia de forma tan clara el maltrato al que son sometidos porque no son asesinados, a diferencia de los animales criados por su carne.

Esto no es del todo cierto. A las ovejas se las explota por su leche, principalmente para hacer quesos; y por sus corderos, que estos sí acaban en mataderos. En cuanto a la lana, sucede lo mismo que con la leche: las ovejas son explotadas unos años, pero su destino final es el mismo que el de esos corderos que han estado pariendo todas sus vidas. Cuando no son rentables para la industria, esos animales son asesinados, por mucho que para extraer la lana no sea necesario matarlas. No, no se matan en ese momento, pero eso no significa que las ovejas se mueran de viejas en las granjas.

Teniendo esto en cuenta, queda desmontado el argumento de que no pasa nada por utilizar lana porque para ello no se asesina a las ovejas, como sí se hace en la industria peletera con los visones, zorros, mapaches, focas, chinchillas y un largo etcétera. Y es que cualquier animal en una granja tiene sus días contados, independientemente del tipo de producción al que se dedique esa granja, desde el pollo que llega al matadero con 40 días de vida hasta la oveja que se explota durante años por sus corderos, leche y lana.

Otras personas dirán que es necesario esquilar a las ovejas cuando llega el calor. Efectivamente, es así. El pelo de las ovejas tiene la función de protegerlas del frío porque estas son originarias de países fríos, aunque desde hace siglos la ganadería las haya llevado por todo el mundo para explotarlas. Además de eso, han sido seleccionadas genéticamente para que tengan más pelo y obtener más lana, o lo que es lo mismo, para sacar el máximo beneficio de ellas. En esta situación, no queda otro remedio que esquilarlas, pero eso no quiere decir que su lana sea nuestra ni que este proceso se haga de forma ética.

Habitualmente, los esquiladores cobran por cada oveja que esquilan, no por horas; y puede que un una sola tarde tengan que acudir a cinco granjas de un pueblo. Esto hace que lo hagan de forma rápida, sin cuidado, y con los animales visiblemente estresados. Las ovejas sufren cortes y heridas sobre las que otra persona pone el típico spray de color azul que vemos pintado a veces sobre los animales en la ganadería extensiva.

¿Entonces qué hacemos con la lana? Sería una pregunta que podríamos hacer en cualquier santuario de animales. Puede que algunos opten por tirarla y otros decidan darle un uso relacionado con las ovejas. Nunca para los humanos, porque la lana no es nuestra. Tenemos miles de alternativas sintéticas sin sufrimiento animal.

Lejos de los santuarios, la lana, desgraciadamente, es un negocio, y comprar prendas hechas con este tejido solo indica que lo demandamos: una clara señal para que la industria siga explotando a las ovejas. Por eso, las personas veganas y antiespecistas no compramos este tipo de ropa, y muchas de nosotras sacamos de nuestros armarios la que ya teníamos cuando nos hicimos veganas.

Pero en nuestra sociedad, la lana de ovejas es un producto, un objeto, una herramienta para fabricar jerséis y fundas para cojines. Pocas personas la vemos como el pelo de unos animales que no nos lo han regalado para que tengamos un jersey. Por supuesto, esto tampoco lo ve la industria de la moda. Muchas marcas han dejado atrás las pieles y el cuero, pero siguen utilizando lana.

Ahora por favor, no me digas que si las ovejas están bien cuidadas no pasa nada. Como siempre digo, no deberíamos poner tanto el foco en cómo viven los animales. Obviamente, es importante que disfruten de espacios confortables y que coman y beban agua todos los días, pero nada de eso acabará con el sufrimiento de una oveja cuando le quitan a su cordero para llevárselo al matadero (las ovejas de la lana son las mismas que las de los corderos, por si piensas que estoy mezclando cosas). Por eso, deberíamos enfocarnos en el hecho de que los animales están siendo usados. Y ese es un motivo más que suficiente para no comprar jerséis de lana.

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